Salimos de Caracas para cumplir nuestra parte

Por Antonio Ecarri Bolívar

***El pueblo venezolano pide a gritos que nos unamos para enfrentar los retos que se avecinan, ante la posibilidad de que el régimen instaure definitivamente el comunismo.

Hace algunas semanas publiqué un artículo con el provocador título: ¡Salgan de Caracas!, era un cordial llamado a los partidos políticos democráticos a salir del cabildeo en la capital, para recorrer  Venezuela y sumarse a las angustias cotidianas del pueblo venezolano. En AD hubo respuesta y nuestro Secretario General Nacional Henry Ramos Allup, quien lo venía plantando desde antes, decidió iniciar una gira por toda Venezuela.

Henry comenzó por la propia ciudad capital, pero no en sanedrines de discusiones teóricas interminables, sino en las Parroquias populares, donde acudían masivamente los caraqueños a conversatorios directos con el líder político. Luego, siguió su recorrido hacia el interior, recorriendo, esta semana, Aragua, Carabobo y Cojedes, para continuar luego su periplo por toda Venezuela.

A los actos que he asistido he comprobado realidades que quiero compartir con mis lectores: la primera de ellas, que no es verdad que en Venezuela se perdió la esperanza, lo que se percibe, en el contacto directo, son llamados a la unidad y al combate, no a la resignación. Otra percepción es que la gente está ávida de oír a sus dirigentes, para conocer cuál es su punto de vista en relación al futuro inmediato, vale decir, cuál debe ser la hoja de ruta de cara al urgente cambio que reclaman. Nadie, óigase bien, nadie nos pide esperar, de manera contemplativa, que venga una hipotética invasión o se produzca un golpe de estado.

El grito que se escucha es el de la unidad, para enfrentar los retos que se avecinan, sobre todo lo tocante a la posibilidad de instaurar un régimen definitivamente comunista, a través de una Constitución que signifique un retroceso histórico y acabe con el freno que la sociedad democrática venezolana tiene puesto al camino de la tiranía. La gente lo que nos pide es unirnos para enfrentar ese nuevo reto. Se avecina la vieja confrontación histórica venezolana: de barbarie contra civilización, la misma de Doña Bárbara contra Santos Luzardo, que nos describió magistralmente uno de los fundadores de El Partido del Pueblo: Rómulo Gallegos.

Decía yo, en el artículo en referencia, que en esa tarea de recorrer a Venezuela que ha iniciado Henry Ramos “esperamos que nos acompañen todos lo que tengan a bien hacerlo. Venezuela espera orientaciones, pero también quiere dejarse oír porque Rómulo Betancourt construyó un partido y una alternativa política al despotismo, recorriendo y oyendo a la gente de toda Venezuela. Oigamos a Rómulo: “En mi exilio de juventud siempre ambicioné conocer, pueblo por pueblo, caserío por caserío, a la inmensa Venezuela; mirar de cerca y a lo vivo sus problemas; dialogar sobre su destino con hombres y mujeres, de la montaña y el llano, de Oriente y la Guayana. Realicé ese soterrado y premioso anhelo, en esos años que me enseñaron de mi país mucho más que cuanto aprendiera en vigilias estudiosas, sobre las páginas de los libros. Navegaba el Orinoco en precaria lancha de fabricación doméstica; y en curiara por el lago de Maracaibo y en bote de palanqueo por las aguas del Río Tuy. Dormí en los ranchos en piernas de los llanos de Guárico, del Bajo y el Alto Apure, escuchando detalles sobre sus vidas y trabajos de labios de las peonadas, mientras pastoreaba el sueño en la criolla hamaca de moriche; y conviví con los andinos en sus tierras parameñas y con los obreros petroleros en Cabimas, Quiriquire y El Tigre, y con los pescadores del Golfo de Cariaco, y con los trabajadores del Sisal en Lara, de la caña de azúcar en Aragua y Miranda, del cacao en Barlovento. Imitar no es malo cuando se trata de construir, desde la adversidad, una alternativa de poder. Imitemos a Rómulo, salgamos de Caracas a recorrer Venezuela con un mensaje de esperanza”.

Hoy ratificamos la invitación, porque al presenciar la receptividad masiva del pueblo, nos damos cuenta que sí hay esperanza, que sí hay futuro,  siempre y cuando nos unimos al pueblo en sus luchas, sus anhelos y su seguridad de salir de esta pesadilla. No frustremos, una vez más, el insondable espíritu de lucha unitaria que reclama nuestra gente.

aecarrib@gmail.com

@EcarriB

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