Por Francisco Poleo
La muerte del concejal Fernando Albán, secretario nacional de Profesionales y Técnicos de Primero Justicia, ha dado la vuelta al mundo. Y en ningún lugar le creen al régimen de Nicolás Maduro la insólita versión del suicidio.
Fuentes del régimen confirmaron a El Nuevo País el asesinato de Albán, producto de las torturas con las cuales pretendían «ablandarlo», todo según «el manual» que siguen los esbirros para este tipo de casos. Sin embargo, lo que no está claro es si se les fue la mano o si fue a propósito, con un claro mensaje del ala más radical del régimen. Al menos, eso es lo que temen algunos maduristas que son partidarios de encontrar una salida práctica a través de unas elecciones generales.
¿Es casualidad que esto ocurriera cuando Nicolás Maduro, Cilia Flores, los hermanos Rodríguez y Rafael Lacava se encontraban de anfitriones del senador estadounidense Bob Corker? El parlamentario tiene, desde la liberación del preso político Joshua Holt, una buena relación con el gobernador Lacava, quien trata de convencer a Washington de que es posible una salida pacífica a la crisis. Esa tesis no le gusta al ala radical del régimen, quienes temen que ellos ya no tienen salvación posible por estar inmersos en crímenes como el narcotráfico y de lesa humanidad.
¿Qué mejor manera de torpedear los avances de Lacava que matar a un preso político mientras está de visita el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado? Eso, al menos, es lo que piensa el ala civil que quiere acordar con Trump unas elecciones generales antes de que sea demasiado tarde.
Cronología de un asesinato
Albán fue capturado este 05 de octubre por la policía política del régimen, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). La dictadura quería inmiscuirlo en el atentado contra Nicolás Maduro, ocurrido el 04 de agosto del 2018. Nunca se informó oficialmente ni a sus familiares ni a sus abogados dónde estaba Albán, aunque el sábado el coordinador de su partido, Julio Borges, informó que estaba en la sede del Sebin.
Tras tres días desaparecido, al régimen no le quedó otra que confirmar la muerte del concejal que estaba bajo custodia del Sebin. Las versiones oficiales apuntaron inmediatamente al suicidio, sin siquiera hacer una investigación formal al respecto. El Ministerio del Interior aseguró que se había lanzado de una sala de espera. Sin embargo, Tarek William Saab, quien ejerce como Fiscal General por orden de la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, informó que Albán se había arrojado desde un baño.
Esa misma noche, en presencia de cuatro fiscales del Ministerio Público pero sin sus familiares ni abogados, el régimen se apresuró a realizar una autopsia y a entregar el cuerpo. La autopsia, al momento de escribir este informe, no se conocía. Sólo será entregada a sus familiares una vez que presenten el acta de defunción de Albán.
Lo que realmente ocurrió
Nadie creyó la versión oficial del régimen. La noticia corrió como pólvora tanto nacional como internacionalmente y las apuradas versiones del madurismo no pudieron tapar el horror: Albán fue asesinado. En un primer momento nadie sabía cómo, pero todos sabían que es imposible que alguien se suicide bajo custodia del Sebin, menos al ir al baño, situación en la cual los presos siempre son acompañados por hasta dos oficiales.
La dictadura aseguró que Albán se había lanzado del piso 10 de Sebin. La periodista Ibeyise Pacheco, desde su cuenta en Twitter, dio detalles logísticos que aclaran por qué la versión del suicidio no cabe en el suceso. “El piso 10 del Sebin es un área administrativa. Entrando por las escaleras a la derecha hay un único baño muy pequeño adonde los funcionarios van con el preso. El cubiculo con poceta (inodoro, water) NO tiene ventana. Del lado izquierdo del pasillo hay oficinas. Una de ellas González López (director del Sebin)”.
El Nuevo País informó esta mañana, con información del propio Sebin, que Albán había sido asesinado tras torturas. «Se fue en la tortura. Le fracturaron las costillas y le perforaron el corazón. Como ya estaba bien golpeado, el mejor cuadre es la ventana”, relató la fuente a este cronista.
Esto concuerda con la versión de Julio Borges, el coordinador nacional de Primero Justicia, partido al que pertenecía el concejal. “El señor Aldo Lostracco, miembro de la Fuerza Armada, debería tener la vergüenza de contar la verdad, bajo su custodia estaba Fernando Albán. El cuerpo de Fernando Albán fue lanzado sin vida desde el edificio del Sebin. Es una persecución contra PJ”, dijo el dirigente exiliado en Colombia.
¿Cruzó la raya el régimen? Es la sensación del mundo democrático, pero no olvidemos que estos son los mismos que asesinaron al piloto Óscar Pérez y a su equipo en vivo por streaming de redes sociales.