Por William Dávila
***Maduro pagará por el crimen del concejal Fernando Albán, porque el Estado y los responsables son justiciables como Estado e individualidades.
En pleno siglo XXI suceden crímenes como el de Fernando Albán. Con el advenimiento del Sistema de Protección Universal de los Derechos Humanos se creyó que abominables actos como el ocurrido contra Albán habían sido superados por la civilidad de un Planeta que quería borrar los horrores de la Segunda Guerra Mundial y de conflictos posteriores que han puesto en entredicho la misma eficacia del Sistema.
La verdad es que en Venezuela se ha puesto a prueba la eficacia jurídica y política del sistema de los derechos humanos. Ya en el 2012 el fenecido presidente Hugo Chávez había denunciado la Convención Americana para eliminar la jurisdicción en Venezuela de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, y para mediados del próximo año 2019 podría efectuarse la separación de Venezuela de la OEA para sacarnos de la jurisdicción de la CDIH.
Estos pasos de Chávez anunciaban desde entonces la concepción relativista y reduccionista que sobre derechos humanos tiene el régimen, lo que presagiaba (con la denuncia en el 2012 de la Convención Americana, y ahora con su posible retiro de la OEA) una etapa regresiva, peligrosa en materia de promoción, garantía y respeto de los derechos humanos en Venezuela.
El crimen de Fernando Albán es propio de la barbarie, de la prepolítica que pone en práctica el régimen de poder de Maduro.
Este crimen afecta a Maduro y a su régimen. Le saca las entrañas carcomidas y podridas de su sensibilidad humana.
Es un patrón de conducta contra toda disidencia en Venezuela y por eso es vital que la Comunidad Internacional despliegue acciones de pinza para avanzar a nivel del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y de la Corte Penal Internacional.
Los derechos humanos son transversales y no pueden ser objeto de transacciones ni de componendas. Son inherentes al ser humano. No son derechos jurídicos ni provienen de la ley. Son imprescriptibles y universales. En consecuencia, mientras exista el
ser humano nunca habrá vacío de derechos humanos.
Maduro pagará este crimen porque el Estado y los responsables son justiciables como Estado y cómo individualidades. De allí las acciones de pinza para que la justicia se aplique dentro del contexto del derecho internacional de los derechos humanos y la corte penal internacional!
Este crimen de Fernando Albán le va a traer problemas a Maduro porque él es responsable por acción, inacción, negligencia y consentimiento. Está en la línea de mando y eso lo pagará. Todos los que participaron serán perseguidos por la justicia hasta que sean contundentemente sancionados por la Ley!
Acompañamos el féretro de Fernando Albán desde la Capilla Universitaria de la UCV hasta el Cementerio La guairita, con nuestro pueblo, sus familiares y amigos. ¡QEPD, querido amigo!