Por Eduardo Martínez – Corresponsal en Italia
En un hecho sin precedentes en los países industrializados, en Italia se desarrolla una campaña por parte de altos dirigentes del Gobierno que amenazan la libertad de expresión.
La ofensiva, en particular del ministro del Trabajo y líder del partido más votado en marzo, Luigi Di Maio y del subsecretario del Consejo de Ministros, Vito Crimi, ambos del partido 5 Stelle (M5s), dejaron de ser “veladas” desde el pasado septiembre.
Di Maio grabó un video en el cual amenazó con la “clausura” al conglomerado que pública el diario La Repubblica y la revista L´Espreso.
En tanto, el subsecretario Crimi, que tiene a su cargo el seguimiento de las editoras, declaró al diario IlFattoQuotidiano que están valorando la “abolición” del Colegio de Periodistas de Italia (Ordine deiGiornalisti), además de revelar que el Gobierno tiene “estudios sobre un mecanismo mediante el cual las agencias de prensa sean estimuladas a poner en marcha planes industriales, basados en primer lugar en el desarrollo de lo digital, con el propósito de acrecentar su capacidad de estar en el mercado libremente y quizás especializándose”.
“El Gobierno intenta tutelar plenamente la libertad de información y prensa, pero la libertad de prensa no tiene nada que ver con el financiamiento público a los periódicos. Precisamente por este motivo intentamos llevar adelante iniciativas volcadas a tutelar la libertad de prensa y la libertad de los periodistas para desempeñar su propio trabajo, sobre todo a tutelar a los periodistas de demandas por difamación con propósitos intimidatorios de las fuentes de ellos mismos. Queremos intervenir para superar las formas de precariedad del periodismo y para hacerlo hay la necesidad del esfuerzo de todos, también de la misma categoría”, agregó Crimi.
En Italia no se han quedado callados los gremios de la prensa, así como la dirigencia de los partidos de oposición.
Federaciones, gremios de editores, periodistas y trabajadores. Han rechazado al unísono las pretensiones de los dirigentes de la mayoría parlamentaria conformada por la Lega-M5s.
“El ejecutivo apunta a dañar y precarizar el trabajo y la empresa en un solo sector de nuestra economía, algo desconocido en la historia de las democracias occidentales. Pedimos claridad del marco normativo y la misma tutela que el ordenamiento garantiza a cada sector industrial no subsidiado”, replicó al Gobierno Andrea Riffeser Monti, quien dirige la Federación Italiana de Editores de Periódicos, FIEG.
Los editores italianos abren de esta manera un frente de lucha desde las trincheras de lo que saben hacer: Escribir.
Riffeser estableció la posición de los editores. Lo que fue reproducido por el diario La Repubblica, este miércoles 17 de octubre.
Lo señalado constituirá, sin duda alguna, conceptos de defensa de la libertad de expresión no solo para Italia. Sino para otros países en los cuales se desarrolla una intensa lucha por mantener la libertad de prensa.
“A partir del asedio del Gobierno Lega-M5s que el sector editorial ha sufrido rápidamente, sin solución de continuidad, repetidos ataques contra los periodistas como a las empresas y a todos los trabajadores involucrados. Cuarenta millones de lectores de la prensa impresa, 60 mil puestos de trabajo, centenares de empresas que de las editoriales viven y que, bajo el auspicio de muchos exponentes del Gobierno y de la mayoría, deberían simplemente desaparecer”.
“Hemos tratado de comprender el por qué de tal actitud de amenazar, dañar y precarizar el trabajo y las empresas (…) del cual no se encuentran trazas en el Contrato de Gobierno (Declaración de la alianza Lega-M5s, al momento de formar gobierno en junio del 2018). En prefigurar la desaparición de la información impresa, casi siempre los exponentes políticos que los hacen al parecer oponiéndose al modelo editorial tradicional, a sus ojos libre de condicionamientos y utilizable gratuitamente en las redes”.
“Es esta la paradoja más increíble. Los editores de periódicos invierten desde hace más de 15 años recursos para producir contenidos editoriales digitales, son de hecho las informaciones en la web, cada día 20 millones de italianos se informan online en los sitios de nuestros periódicos o en sus páginas de Facebook más bien que a través de la búsqueda en Google o en los agregadores de noticias, el 30% de las búsquedas de los italianos en Google viene de la voluntad de obtener información y aterriza sobre la noticia y video producidos de nuestros periódicos”.
“Pensamos que, más que todo, en estos números y de la fuerza todavía expresa el trabajo periodístico y las empresas editoriales, un conjunto indivisible, expresan una pluralidad de voces y garantía de un bien, la libertad de prensa, tutelado de la Constitución, en todo aquello que reside la raíz de la aversión, así a menudo y prepotente reiterada. Ahora no podemos y no queremos creer que esta sea la posición del Gobierno y de las fuerzas políticas de la mayoría”.
“Nuestras empresas viven desde hace diez años una de las más duras y complicadas crisis estructurales de la historia del sector, han invertido y reinvertido todo aquello que podían para enfrentar un nuevo paradigma del comportamiento social y una radical transformación de la tecnología de la información, han trabajado para preservar y acrecentar la calidad del productor y salvaguardar el trabajo”.
“Un esfuerzo continuo, de restructuración y desarrollo de nuevas iniciativas que, también en previsión de un 2019 que no podrá revertir el camino de la crisis, impone certeza del marco normativo y nada de más, pero nada de menos, de la misma tutela que el ordenamiento garantiza a cada sector industrial no subsidiado, cada uno en base a sus características específicas. Por esto decimos basta a este incesante complot de amenazas y venganzas”.
“La política se puede y se debe confrontar con los periódicos, con los periodistas que los hacen y con sus directores, también tomando posiciones fuertes, de una parte a la otra, pero se deben dejar fuera las empresa que deben darle continuidad a la actividad, innovar y buscar un complejo equilibrio económico en un contexto dominado de operadores globales que ha tenido a sus espaldas un Estado que tutelado sus interés también en Europa, ha contribuido a su desarrollo y ha incentivado la componente innovadora”.
“Por esto pedimos una respuesta al Gobierno y a los líderes de los partidos de la mayoría y de la oposición parla mentaría: Pedimos palabras claras, cuales ellas sean, que permitan a las empresas comprender totalmente el contexto político en el cual deban operar y definir objetivos y planes industriales”, finalizó señalando en su nota al Gobierno, Andrea Riffeser Monti, director de la FIEG.
Las pretensiones amenazantes y de venganza del actual Gobierno italiano al sector prensa, también vienen siendo rechazadas en innumerables trabajos periodísticos en la prensa del país.
El periodista Marco Damilano, en una nota publicada por la revista L´Espresso, uno de los medios amenazados de desaparición por el vicepresidente Luigi Di Maio, recogió en su trabajo palabras del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, lo que amplía las perspectivas del tema en discusión.
Damilano al citar a Erdogan, quien dijo que “la democracia no es posible con los medios”, señaló que es “un modelo de Estado que excluye la crítica. Por esto sus Epigoni (sus imitadores) italianos nos atacan. El teorema es: La prensa es autónoma del Gobierno, por lo tanto va en contra del pueblo. Y debe ser deslegitimada”.