Por Alex Vallenilla.
La grave situación económica podría desatar nuevamente ola de motines por todo el país ante la subida de precios y la peor escasez nunca vista.
El alza de precios luego de la reciente devaluación que la administración Maduro llevó adelante, junto con una reconversión monetaria, ha sido indetenible. El salario mínimo recientemente decretado, que fue llevado a 180 millones de bolívares del anterior cono monetario, ya no es suficiente para comprar dos kilos de carne de cerdo, en vista de la nunca vista escasez de carne de res, luego que se aplicaran “precios acordados” en el sector.
La reconversión monetaria fue acompañada de una medida de la que oficialmente no se informa y es que uno de los problemas de la economía venezolana, que es el contrabando de gasolina desde Venezuela a países vecinos, cuando se realizaba con bolívares en efectivo en las fronteras, al ser cambiado a cotizarse en pesos colombianos dejó la moneda venezolana sin el “respaldo” que le daba el hidrocarburo.
En la frontera se terminó el intercambio del dinero efectivo, que permitía a muchos ciudadanos comprar alimentos con un descuento importante, ya que las personas que llevaban billetes lo vendían con diferenciales de hasta 400%, a cambio de transferencias electrónicas, la razón de ese premio es que los contrabandistas demandaban bolívares para pagar la extracción del combustible.
El caos es peor
Los ciudadanos que hacían estas operaciones, lograban comprar más alimentos y productos de aseo y limpieza personal, pero al producirse el cambio y quedar el bolívar sin demanda en Colombia, los rubros colombianos se han disparado al alza, tal como ha ocurrido con la fuerte subida del dólar estadounidense.
Los cambios económicos que anunció Maduro han impactado con fuerza en la producción interna, pero de manera negativa: la producción nacional ha vuelto a retroceder ante el encarecimiento de las mercancías para la reposición de inventarios, los rubros se han vuelto imposibles de comprar, la hiperinflación continúa causando fuertes daños en todos los sectores.
De nuevo los anaqueles se encuentran prácticamente vacíos, no se consiguen carne, pollo y ahora los embutidos desaparecen debido a que los otros rubros cárnicos no se logran en las carnicerías, los lácteos se dispararon a más del doble, al igual que los huevos. Nuevamente se vuelve a la situación de 2015 y 2016, en que el cierre de la frontera para aquel entonces hizo que se desatara una escasez que produjo una ola de saqueos, protestas y motines de hambrientos.
La guerra interna
Las fuertes diferencias internas en el oficialismo no permiten que exista una política económica orientada a la recuperación de la producción nacional. Un sector promueve el libre uso de divisas y Maduro hasta llegó a eliminar los ilícitos cambiarios en ese sentido, otro sector se opone a la libre circulación del dólar y promueve el uso de divisas alternativas, el sector chavista que hace frente al madurismo y que controla las instancias cambiarias, no apoya el libre uso de divisas en Venezuela.
@alexvallenilla