El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, su Ministro de Exteriores, Josep Borrell y la Primera Ministra del Reino Unido, Theresa May, han protagonizado en los últimos días un rifirrafe. Gibraltar, esa pequeña península británica al sur de España, ha sido la causa de estos desacuerdos, nunca mejor dicho.
El Brexit ha forzado a Reino Unido a pactar con España el mayor acuerdo bilateral sobre Gibraltar en más de una década. Finalmente, luego de varios intentos, ambos gobiernos han firmado hoy jueves un nuevo marco que entrará en vigor en el momento del «divorcio» entre Reino Unido y la Unión Europea.
Los acuerdos solo regirán durante el llamado periodo de transición del Brexit
Los cuatro puntos de este nuevo acuerdo tienen que ver con el tabaco, el medio ambiente, la cooperación aduanera y policial y los derechos de los trabajadores transfronterizos, y se han convertido esta tarde en el primer intento viable de entendimiento y negociación entre Madrid y Londres respecto a un asunto que los enfrenta desde hace tres siglos. Los cuatro textos llevan ya la firma del ministro de Exteriores, Josep Borrell y de David Lidington, número dos del Gobierno británico y encargado del Brexit.
Los acuerdos más concretos son los relativos al tabaco, dada «la necesidad de reducir el diferencial del precio de los productos del tabaco” entre ambos territorios, según han afirmado las partes. La brecha que existe entre el precio al que se venden en Gibraltar, con una fiscalidad casi inexistente, y el de España hace muy atractivo el contrabando del Peñón a territorio español. Para evitarlo, el diferencial no podrá superar el 32% del precio medio en junio de 2020, según precisa el texto.
El resto de documentos se basan en el intercambio de información y en la creación de comités conjuntos para gobernar la compleja relación con la colonia británica. Las autoridades, por su parte, se comprometen a transferirse datos relativos a investigaciones financieras y patrimoniales, así como a colaborar en delitos de seguridad vial, blanqueo de capitales y contrabando de estupefacientes.
Respecto al medio ambiente, se establecerá una comisión técnica para intercambiar información relevante, con la posibilidad de hablar de “recuperación de tierras”, según precisa el texto, que en la versión inglesa alude literalmente a “reclamación de tierras”.
Lo relativo a los derechos y garantías de los ciudadanos, es el de mayor sensibilidad para las dos partes. El motivo es que resulta menos controvertido y, por tanto, ha podido pactarse con más alcance en el protocolo del Brexit incluido en el acuerdo general entre Bruselas y Londres, que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE ratificaron el pasado domingo. El texto confirma la voluntad de cumplir lo establecido en ese protocolo europeo, relativo a la no discriminación de los ciudadanos españoles con ocupación o intereses en Gibraltar y viceversa. También crea una comisión conjunta para hacer seguimiento de este capítulo.
Así que finalmente, parece que habrá Brexit, ya que esta firma elimina del panorama la opción que estaba dibujada: que España vetara el acuerdo general del Brexit por su disgusto con la forma como abordaba la cuestión de Gibraltar. Una vez cerrado en la cumbre europea, Madrid y Londres han avalado esta otra vía bilateral de entendimiento.
Por último, una cosa curiosa: el acuerdo entre ambos gobiernos, ese que no se habían conseguido en 300 años y que busca un vínculo más equilibrado entre el Peñón y el Campo de Gibraltar, región andaluza lastrada por el paro y los problemas de tráfico ilegal, se firmó hoy, a menos de tres días de las elecciones en Andalucía el próximo domingo 2 de diciembre.