Por Jaime Granda.
La realidad es que la oposición sigue dividida y el régimen no está tan solo como se creía.
En cierto grado ha disminuido la polarización política y eso abre nuevas rutas hacia proyectos que puedan mejorar las calamitosas condiciones en que se encuentran millones de venezolanos.
Sin embargo, se observan fenómenos como gente mayor de 50 años que en las largas colas para comprar pan o cualquier otro alimento asegura y trata de convencer a los demás de que antes de 1999 se vivía peor que en 2018. (¿?)
Esta semana leímos que un profesor con cierta notoriedad planteó que para el 10 de enero no hay medias tintas en la Constitución: o Nicolás Maduro es presidente electo y asume el cargo, o no es presidente electo y asume el Presidente de la Asamblea Nacional (AN). Solo una de esas dos soluciones es posible.Por lo tanto, se aprecia que es un idealismo que no encaja en la realidad de un país donde hace años que la Constitución y las leyes son interpretadas y aplicadas de acuerdo con lo que le convenga al grupo que maneja todos los recursos y los poderes del Estado.
Otro idealismo es que la AN aprobó exigir la suspensión inmediata del plan económico implementado por el Ejecutivo Nacional al concluir noviembre. Eso fue el martes pasado y el economista y diputado José Guerra sentenció: «Si no paramos la hiperinflación, en febrero tendremos otro aumento de salario. Con la hiperinflación, debemos parar la devaluación del bolívar».
Resulta que mientras los diputados resaltan el fracaso de las medidas económicas implementadas por el régimen nacional, que incluye el aumento del salario mínimo a 4.500 bolívares soberanos, los que manejan el Estado consiguen su objetivo de ganar otros 100 días en el poder. De agosto a noviembre consiguieron 100 días de gracia y el esquema seguirá funcionando hasta que la oposición entienda realmente la necesidad de unir esfuerzos y proyectos que impidan lo que los asesores internacionales del régimen manejan muy bien. El lunes pasado se oficializó que todo el cono monetario del bolívar fuerte queda fuera de circulación. Dentro de 100 días pueden hacer lo mismo con el bolívar soberano y colocar otro cono con otro nombre vistoso.
La diputada Manuela Bolívar estuvo más cerca de la realidad al decir que con el nuevo salario los venezolanos tienen menos posibilidad de comprar productos básicos. «Este incremento salarial genera conflictos en las empresas, las escuelas privadas. Con el Sistema Patria lo que buscan es el control del poder, la dominación del sujeto», dijo.
Por supuesto que hay chavistas que reconocen la grave situación del país. Elías Jaua reconoció el pasado domingo que la inversión extranjera es necesaria para recuperar el país y alertó que no es necesario cambiar la Constitución vigente porque ese marco legal permite tales inversiones.
En todo caso, lo que se aprecia es que con la aparición de disidentes del chavismo y disidentes de la desaparecida Mesa de la Unidad Democrática (MUD) parece que se rompió la perniciosa polarización política, pero todavía quedan huellas del lavado cerebral polarizado. Es decir que hay quienes todavía creen en las supuestas bondades del proyecto chavista y hay quienes creen en los idealismos de una oposición tradicional que ni lava ni presta la batea.
El Frente Amplio
Poco a poco, el Frente Amplio Venezuela Libre (FAVL) va sorteando obstáculos y ganando espacios en las comunidades y en los medios de comunicación.
El domingo pasado estuvo en el programa “Diálogo con…” que conduce Carlos Croes por Televen, uno de sus directivos, el politólogo Ángel Oropeza, quien explicó: “Los factores que hacen vida en el Frente Amplio – hay que repetirlo – son todos los partidos que formaban parte de la MUD, salvo alguna u otra excepción, más los partidos que no eran de la MUD, de oposición como Puente, Bandera Roja, Vanguardia Popular, más el chavismo disidente… más Fedecámaras, el movimiento estudiantil, los sindicatos, más los gremios: el Colegio de Periodistas, la Federación Médica, más las iglesias. A esos factores les gusta definirse como que el Frente es una instancia de encuentro, de comunicación y de coordinación de acciones de gente muy disímil… pero que tiene un solo objetivo, que es salir de la crisis pero para salir de la crisis hace falta salir del Gobierno… Ése es el Frente Amplio”.
Oropeza, quien también es psicólogo, considera que «hay que olvidar la tradicional forma de hacer política, pues hay que hacerla de ‘abajo hacia arriba’ y el Frente es un intento que va en esta última dirección».
También dijo que la población venezolana no está solamente resignada sino indignada y sin saber qué hacer. Comentó, que algunas personas piensan que la gente ya se entregó, que está resignada. Sin embargo, «estudios que hemos hecho, demuestran lo contrario, la gente lo que está, en todo caso, es confusa», a su juicio, las personas no saben a dónde ir.
Oropeza manifestó que la gente llega a la conclusión: «no puedo votar; no puedo marchar porque me disparan; no puedo enfrentar porque me reprimen, ¿qué hago?” y anunció que el FAVL tiene terreno para que la dirigencia política asuma su rol de liderazgo, ya que quieren ser una campanada de ánimo en la población, y proponen recuperar la motivación más que el optimismo de los venezolanos.
Informó que el FAVL se reunirá el miércoles 12 de diciembre en una asamblea, donde se estudiarán estrategias, tácticas y conductas concretas para antes, durante y después del diez de enero del próximo año. A esta reunión asistirán los delegados nacionales de los 24 estados, más los diputados de la Asamblea Nacional.
Comentó que el 10 de enero es el día en que se juramentará el actual jefe de Estado, para su nuevo período presidencial. «Ese día Maduro pierde todo vestigio de legitimidad democrática, ese día ya no tendremos presidente».
La oposición sigue dividida frente al escenario electoral. Para este domingo 09 de diciembre cuando se elijan los nuevos concejales, el Padrón electoral se acerca a los 21 millones y será muy interesante ver el porcentaje que asista a cumplir con su deber democrático de votar.
El régimen no está solo
Pese a todo el rechazo que el régimen de Nicolás Maduro ha cosechado en América y en Europa, pese a los abucheos en cualquier rincón donde se asoma, no hay que cerrar los ojos y negarse a ver que países como Rusia, China, Corea del Norte, Turquía y otros se muestran muy cercanos a Maduro.
Lo más reciente está resumido en un trabajo publicado el martes por El País de Madrid con el título: Turquía da un balón de oxígeno a Maduro con inversiones y apoyo político. Agrega que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan estrecha su relación con Caracas firmando acuerdos que está previsto que superen los 5.100 millones de dólares americanos.
El miércoles se supo que Rusia también ayudará financieramente al régimen venezolano, que también abrió buenas relaciones con Qatar, el disidente de la OPEP.