Por Héctor Pérez Marcano
***Maduro ha insertado a Venezuela en una nueva versión de la Guerra Fría y de las disputas geopolíticas que libran hoy Rusia y los EEUU.
Estamos entrando en la fase final de la crisis que ha caracterizado al régimen de Nicolás Maduro. Este, pese a sus limitaciones, entiende ya que no podrá solventar el desastre nacional en el que ha sumido a Venezuela y recorre el mundo desesperado subastando nuestras riquezas y nuestra soberanía al mejor postor. A lo que ya ha hipotecado a China se le suma ahora lo que no sabemos haya ofrecido al presidente turco Erdogan. Nos hemos enterado sorpresivamente por la agencia de noticias TASS, que es un vocero oficial del régimen ruso que encabeza Putin, que Maduro le ha ofrecido La Orchila para el establecimiento de una base militar rusa. Nadie sabe a qué precio, pero lo que sí es cierto es que sin consultar al país y me imagino que tampoco a nuestras FFAANN Maduro ha insertado a Venezuela en una nueva versión de la Guerra Fría y de las disputas geopolíticas que libran hoy Rusia y los EEUU. De un solo golpe nos hemos visto trasladados a la atmósfera tensa y peligrosísima de octubre de 1962 cuando se descubrió que Cuba había cedido su territorio para instalar una base militar rusa provista de misiles nucleares. Situación que resultaba intolerable para la seguridad nacional norteamericana por la que la enérgica reacción del gobierno de Kennedy obligó a Kruschev a negociar y finalmente obtener el retiro de los cohetes de Cuba. Este gravísimo incidente sirvió para revelar que Cuba había pasado a ser un satélite más de los países dominados por la Unión Soviética. Kennedy y Kruschev negociaron sin consultar con Fidel Castro, lo cual enfureció de tal manera a Fidel que Kruschev tuvo que enviar a su canciller Mikoyan a Cuba a calmar a Castro.
Hay muchas preguntas que surgen ante una decisión tan grave que viene ahora a darle la razón a Obama cuando alegó, al tomar medidas contra el gobierno de Maduro, que Venezuela se había convertido en un peligro para la seguridad nacional norteamericana. Surge una inquietud de inmediato: ¿habrán sido consultadas nuestras FFAA sobre tan peligrosa decisión? No puede uno dejar de asombrarse ante la indolencia de las FFAANN frente a decisiones que ponen en grave peligro a nuestro país En 1958 el Alto Mando militar le sugirió a Pérez Jiménez que abandonara el país poniendo fin a su dictadura. En el 2002 el Alto Mando militar le solicitó la renuncia a Hugo Chávez. Hoy estamos, dado lo descrito anteriormente, ante un régimen que en su desesperación por mantenerse en el poder no solo subasta nuestras riquezas sino que compromete nuestra soberanía nacional.
La respuesta norteamericana no se hará esperar y Venezuela estará como un peón del ajedrez ruso y los intereses geopolíticos de Putin. ¿Permanecerán indolentes nuestras FFAA?