Imagenes: Cortesías
Por Jaime Granda.
Esa conspiración suma logros y también analiza la acumulación de grandes fortunas por parte de los que manejan el Estado venezolano.
Ciertamente hay una conspiración en contra de Nicolás Maduro, pero en ella no juega papel determinante la oposición dividida y desconcertada.
La conspiración está en proceso desde hace meses y quienes la promueven tienen acceso a dirigentes de la izquierda en el mundo y han logrado que líderes como el español Pablo Iglesias (Podemos), el secretario de análisis estratégico y cambio político y candidato a la Comunidad de Madrid del partido Podemos, Íñigo Errejón; el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero y el excandidato presidencial de Colombia por el grupo guerrillero Gustavo Petro, quienes antes elogiaban al régimen venezolano, en las últimas semanas advierten sobre sus graves errores.
Iñigo Errejón dijo en entrevista publicada el viernes 21 de diciembre en El Economista, que lo de Venezuela “es un desastre” y no es un modelo a seguir en España.
Gustavo Petro aseguró que no le interesa el apoyo de Maduro, pues a su juicio “no hay revolución en una rosca que se perpetúa solo para captar rentas petroleras”.
Esa conspiración sigue y es parte del camino de la transición que ya está en proceso en Cuba.
En Cuba está al frente después de 60 años un personaje que no lleva el apellido Castro, pero lo importante que se debe apreciar son los cambios que están ocurriendo en materia económica.
La base de esa conspiración ataca por mampuesto a la descabellada idea de Hugo Chávez de que la política está por encima de la economía.
Rodríguez Zapatero fue claro el 16 de diciembre en el diario español El Mundo: «Espero que Maduro asuma que tiene que haber medidas económicas liberalizadoras, las políticas públicas no funcionan».
La represión descarada como amedrentamiento, contra civiles y militares, tampoco ayuda a Maduro.
Isaías Rodríguez, ex fiscal general de la República, predecesor de Luisa Ortega Díaz y expulsado de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) por decir algunas verdades, expresó el martes 18 de diciembre: «El país votó a la paz y por la solución del problema alimentario; contra el acaparamiento, la inflación, el contrabando; por el acceso a la cesta diaria y a la posibilidad de vivir dignamente con sus salarios y su remuneración. De esto (La constituyente) muy poco ha conseguido y, para algunos, la situación no solo es peor, sino que tiende a agravarse».
Rodríguez agregó: «Creemos que el país está como asfixiado, aislado, desconcertado. No percibo soluciones que no pasen por un reconocimiento real de la situación, sin triunfalismos, ni amenazas, ni discursos agresivos que luego no puedan ser recogidos”.
La obra chavista-madurista
Un análisis presentado esta semana por el expresidente de Fedecámaras Vicente Brito, presidente de la Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución, demuestra con cifras y otros detalles que Venezuela es el primer país del mundo con mayores riquezas naturales por habitante pero de los más bajos niveles en calidad de vida, debido al chavismo que está en el poder desde 1999.
En la conspiración contra Nicolás Maduro también están analizando la acumulación de grandes fortunas por parte de los que manejan el Estado venezolano. Para minimizar la presión, el régimen se presenta ahora como fuerte combatiente de la corrupción y todas las semanas anuncia detenidos en todo el país por malversación de fondos públicos.
Lo cierto es que mientras las fortunas de los gobernantes crecen, la calidad de vida del resto de los venezolanos disminuye porque esos gobernantes lucen como promotores de la hiperinflación, con fines difíciles de percibir.
Como parte de la conspiración de los que quieren mejorar el desempeño económico en Venezuela para proteger las grandes inversiones que han hecho en ella, en las últimas semanas han salido en los medios internacionales entrevistas a perseguidos del régimen y trabajos de investigación sobre temas como el monto de la fortuna dejada a su familia por el teniente coronel Hugo Chávez, a pesar de que le decía al pueblo que es malo ser rico.
También hay declaraciones en esos medios como la de la Fiscal General en el exilio Luisa Ortega Díaz, quien aseguró que el empresario Raúl Gorrín es testaferro de los hijos de Cilia Flores, primera dama de Venezuela.
«Con Gorrín se está armando un parapeto. Todo esto por órdenes de Cilia Flores porque Gorrín es testaferro de sus hijos», precisó Ortega Díaz y agregó que la finalidad de estas acciones son para proteger los bienes y para que el empresario no salga del país. «Eso es porque primero quieren proteger el dinero que le robaron a los venezolanos y también para que no se vaya a Estados Unidos a relatar cómo hizo esa fortuna tan exagerada».
Dicen que los que manejan esa conspiración tienen control sobre todo eso y están ganando apoyo para los cambios que ellos necesitan, cambios que deben favorecer también al pueblo, aunque no complazcan los caprichos de la dividida oposición venezolana.