Por Eduardo Martínez – Corresponsal en Italia.
En la madrugada del 26 de diciembre, luego de las celebraciones de la Navidad, un poderoso terremoto azotó la isla de Sicilia al sur de Italia.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INVG) de Italia, reportó que a las 3:19 horas italianas del 26 de diciembre de 2018, en el flanco inferior del sudeste del volcán Etna, se verificó uno de los terremotos más energéticos en el volcán.
El evento sísmico, de acuerdo a la nota de prensa del INGV, fue de magnitud Ml igual a 4.8, Mw 4.9, localizado a 1 km al sur de la ciudad de Lavinaio en la provincia de Catania, a una profundidad de aproximadamente 1 km por debajo del nivel del mar.
El terremoto estuvo precedido, a las 1:09 am de otro terremoto de M1 3.3, con epicentro cercano, a la misma profundidad pero un poco más al noreste.
La sacudida, que fue percibida por los habitantes de la provincia de Catania, causó diversos daños en el área de esta provincia siciliana, reportándose algunos heridos en las zonas vecinas del epicentro del movimiento telúrico y en áreas cercanas.
Erupción del Etna
Según los expertos, el terremoto guardaría relación con el inicio de la erupción volcánica en el Etna, ocurrida tres días antes.
En esta ocasión, la erupción está afectando a las partes superiores del volcán y al Valle del Bove. En particular, una erupción que comenzó en una ranura en la parte inferior de un nuevo cráter al sudeste.
De acuerdo a la nota de prensa del INGV, las cenizas lanzadas a la atmósfera por el Etna, han caído alrededor de Zafferana Etnea, y el flujo de lava fluye en Valle del Bove después de haber cruzado su pared occidental.
Los registros sismológicos señalan que el fenómeno volcánico fue precedido por una importante deformación, lo que generó aproximadamente 1.100 terremotos, de los que 60 exceden magnitud 2,5 Ml.
En la nota de prensa en cuestión, se advierte que “Es digno de mención, que el terremoto no fue generado por los movimientos de masas de magma presentes en la zona epicentral, pero que es probable que la respuesta frágil del flanco oriental del volcán a una tensión inducida por el sistema magmático en este momento sea la fuente de erupción”.
Concluyendo que “de hecho, a menudo sucede que la intrusión de un dicochus magmático transfiere la tensión a las estructuras tectónicas circundantes, causando terremotos, incluso de gran magnitud”.