Luego de que el Partido Popular y Ciudadanos llegaran a un acuerdo para presidir la Junta y el Parlamento en Andalucía, Vox insiste en meterse en medio para tener también su sitio, tras los resultados electorales del 2D. El pacto de los partidos de Casado y Rivera puso a la tolda naranja al frente del Parlamento andaluz y pondrá, en teoría, al candidato del PP en la presidencia de la Junta de Andalucía.
Con la constitución del Parlamento, Andalucía materializa un cambio histórico en sus instituciones: el PSOE, luego de obtener el peor resultado electoral de su historia, pierde el poder político y parlamentario tras 36 años de Gobiernos ininterrumpidos.
Por otra parte, Ciudadanos ostenta por primera vez desde su irrupción en la arena política nacional hace poco más de 3 años, un puesto de responsabilidad institucional que precederá a su entrada, también inédita hasta ahora, en un Gobierno. A partir de ahora, Ciudadanos tiene la oportunidad de demostrar de qué es capaz, de qué están hechos y, verdaderamente, gobernar y según cómo desarrollen sus nuevas responsabilidades, condicionadas por la dependencia del PP y Vox, determinará su trayectoria política y las consecuencias, sobre todo de cara a las próximas elecciones autonómicas y municipales de 2019.
Durante la sesión de constitución del Parlamento, Vox ha sido determinante para que la candidata de Ciudadanos a presidir la Cámara, Marta Bosquet, se haya impuesto a la de Adelante Andalucía, Inmaculada Nieto, que recibió el apoyo de los 33 diputados del PSOE. Por su parte, los socialistas han decidido no presentar candidato “para garantizar la pluralidad”, pero realmente lo que han conseguido es un objetivo menos altruista: que Ciudadanos dependiese casi exclusivamente de los votos de extrema derecha de los que tanto han intentado escapar.
Vox también repartió sus votos entre PP y Ciudadanos para que sus respectivos candidatos a las vicepresidencias fueran elegidos. En realidad, los 21 diputados de Juan Marín eran suficientes para apuntalar a su representante, mientras que el PP sí necesitaba de apoyos de la extrema derecha para superar los 33 diputados que votarían a la aspirante del PSOE y asegurarse la vicepresidencia primera. Finalmente, la candidata popular, Esperanza Oña, tuvo 34 apoyos; la socialista María Teresa Jiménez Vilches, 33, y el de Ciudadanos, Julio Díaz, 25. Y por otro lado, el diputado por Cádiz, Manuel Gaviria, se ha convertido en el primer miembro de Vox en ostentar un cargo institucional en España. Con 29 votos se ha convertido en secretario tercero de la Mesa del Parlamento andaluz. Y por último, Adelante Andalucía, con 70.000 votos menos que Ciudadanos, se queda fuera de la composición de la Mesa.
El nuevo Parlamento ha quedado así constituido con 57 hombres y 52 mujeres (de los que 63 son caras nuevas), de profesiones tan variopintas como un ex seleccionador nacional de baloncesto o una experta en cata de vinos. Una muestra de la diversidad que está tomando las instituciones españolas.