Por Jaime Granda
***El chavismo divide a la gente, controla a la gente y engaña a la gente, como dicen los ateístas que hace muy bien la religión.
La historia de la humanidad está llena de mentiras, distorsiones y manipulaciones que prosperan por la tendencia humana a generalizar, a las descalificaciones generalizadas sobre ideologías, religiones, modales, costumbres, tradiciones, razas, creencias y valores de determinados grupos sociales.
Cada uno debe ser responsable de escoger lo que considere mejor para sus necesidades, circunstancias, gustos y posibilidades de obtener, sin que ello comprometa la seguridad del resto de la comunidad en la que vive o la propia existencia de quien escoge.
Generalmente las cosas se hacen y las ideas se toman porque son útiles en cierto momento frente a algo imprevisto y si su utilidad se mantiene perdurarán en el tiempo y se extenderán hacia otras sociedades.
Cuando eso sucede, comienza la etapa de las mentiras, distorsiones y manipulaciones aplicadas por grupos que de esa manera consiguen dominar la sociedad a la que le aplican esas deformaciones y sigue creyendo que los resultados serán tan positivos como con las cosas o las ideas originales.
Desde hace siglos se conocen mentiras, distorsiones y manipulaciones en la parte espiritual y quienes utilizan los principios de cierta religión para manejar incautos a su conveniencia han servido de ejemplo a quienes también aplican esos métodos en la política.
Es allí donde los discursos de aprovechadores de la fe religiosa y de los aprovechadores de la política tienen muchas similitudes.
Los aprovechadores de la fe religiosa van detrás del diezmo, impuesto por la iglesia católica una vez que cesó la persecución en su contra en los siglos IV y V cuando aparecen algunas declamaciones de Papas exhortando a los pueblos cristianos a efectuar la regalía en moneda.
Los aprovechadores de la fe política en la democracia, por su parte, buscan el voto para ascender al poder administrativo de los pueblos. Se escudan en la certeza de que en un país democrático, el sufragio es de las decisiones más importantes y relevantes que una persona tiene en su vida para evitar imposiciones violentas de caprichos a su sociedad.
A lo largo de la Historia, el voto se fue ampliando a todos como ocurre en Finlandia que fue la primera nación en el mundo en dar a todos los ciudadanos un sufragio total, en otras palabras el derecho a votar. Nueva Zelanda fue el segundo país en el mundo en otorgar en 1893 a sus ciudadanos el derecho a votar.
Hoy en día, en muchas democracias, el derecho al voto está garantizado como un derecho de nacimiento, sin discriminación de etnia, clase social o género. Sin ningún tipo de examen descalificador.
Sin embargo, hay vacíos en países como Venezuela que deben ser corregidos para evitar manipulaciones que ayudan a los que quieren permanecer en el poder a toda costa.
Por lo que ha ocurrido en Venezuela a partir de diciembre de 2015, se ve como necesario que se imponga el voto obligatorio, como en Argentina, Perú, Uruguay y Bolivia, pero también es necesario que se imponga la doble vuelta en las presidenciales.
Las similitudes entre los buscadores de diezmo y del voto se aprecia cuando leemos que Carlespie Mary Alice McKinney, autora de libros promovidos por la República Ateísta, dijo: La religión hace tres cosas de manera bastante efectiva: Divide a la gente, controla a la gente y engaña a la gente, lo que es muy similar al retrato del chavismo.
@jajogra