*** El periodista español Alberto D. Prieto -muy conocedor de los vericuetos de la política venezolana- informa en El Español sobre la intención del gobierno de Pedro Sánchez de coordinar con la nueva Casa Blanca para unificar a la oposición venezolana, paso determinante para el retorno de la democracia en el país. Zeta reproduce algunos extractos del esclarecedor informe.
España quiere retomar liderazgo: «‘Nuestra actitud será trabajar de la mano con ellos’, explican fuentes de Exteriores ‘pero ser nosotros los propositivos‘. Es decir, que el plan que se ha seguido hasta ahora, de palo y zanahoria, siga siendo la guía. Y se asuma también al otro lado del Atlántico».
Actuar como bloque: «España cree que ir de la mano de sus socios en la UE le da fuerza. Y lo cierto es que los Veintisiete atienden a la guía del Ejecutivo español en el abordaje del asunto venezolano. ‘Por eso, nuestra idea de que no había que reconocer las elecciones legislativas fraudulentas del pasado diciembre sirvió de algo’, explican las citadas fuentes, ‘porque era toda la Unión la que la defendió'».
Rusia y China, en desacuerdo con reconocimiento a Guaidó: «A Moscú, por citar a un operador clave, no le gusta esto. Tampoco al Gobierno chino, porque prefieren renegociar la deuda impagada con quien efectivamente ejerce el poder. A Maduro le pueden seguir cambiando obligaciones incumplidas por contratos y concesiones petroleras«.
Toca negociar sí o sí: «Y los otros apuestan por hacer de la necesidad virtud. Es decir, asumir que Guaidó es el líder, sí. Pero que se ha agotado la legitimidad constitucional que tuvo desde enero de 2019, por el evidente fraude de las presidenciales del año anterior, que impidió su reconocimiento por la inmensa mayoría de los países del planeta. Y que es hora de negociar».
Reticencias de algunos opositores con Sánchez: «Pero la otra ala opositora se escama con el actual Ejecutivo español. Aquel primer contacto tras la llegada de Sánchez al poder, la presencia de Pablo Iglesias en el Ejecutivo, la reticencia de Sánchez primero a reconocer a Guaidó cuando juramentó, su posterior renuncia a recibirlo cuando visitó Madrid hace ahora un año y el protagonismo de José Luis Rodríguez Zapatero -el anterior presidente del Gobierno socialista- en la gestión del ‘asunto venezolano’ provocan reticencias. Y escenas como la de esta semana en el pleno del Parlamento Europeo».
De la mano con EE.UU.: «‘Nosotros vamos a intentar que en la formulación y la ejecución de la política de EEUU hacia Iberoamérica, España sea tenida en cuenta, como hasta ahora'», explican fuentes de Exteriores. Una alta funcionaria del departamento de González Laya explica a este diario (El Español) que las razones que les llevan a tener esa confianza son de todo tipo, ‘»históricas y también por la experiencia de todo lo que llevamos trabajando en ello y lo que nos han dicho los líderes demócratas antes de la sucesión'».
Firmeza con Maduro: «Exteriores seguirá, pues, dejándole claro a Maduro que ‘ése no es el camino, que sus soluciones no son las acertadas’. Y a la oposición, ‘con quienes trabajamos de la mano, que avancen hacia posiciones más unidas‘».
Sanciones quirúrgicas: «Otro punto que se quiere trabajar con la nueva Administración estadounidense es el de las sanciones. España quiere que Washington adopte el modelo europeo, «‘más quirúrgico'», para proteger a la población del país, también, de las consecuencias de los males de sus dirigentes».