International Criminal Court prosecutor Karim Khan and Venezuela's President Nicolas Maduro attend a meeting at the Miraflores Palace, in Caracas, Venezuela, November 3, 2021. Miraflores Palace/Handout via REUTERS

Por quién doblan las campanas

Por CARLOS CANACHE MATA

“La muerte de cualquier hombre me disminuye, puesto que estoy ligado a

                                      la humanidad; y por consiguiente, nunca busques saber por quién doblan 

                                             las campanas; están doblando por ti”.

                                             John Donne (1572-1631), Devotions Upon Emergent Occasions, 

                                                         Meditación XVII.

La dictadura que martiriza a Venezuela tiene varios flancos abiertos, está cercada; varias Espadas de Damocles penden sobre su cabeza, en todos los órdenes de la vida nacional. ¿En qué momento comenzarán a doblar las campanas?

Desde el año 2018, la dictadura chavomadurista está bajo investigación de la Corte Penal Internacional (CPI) -Venezuela es signataria del Estatuto de Roma- por la comisión de crímenes de lesa humanidad, a solicitud de Chile, Colombia, Argentina, Paraguay, Perú y Canadá. En el pasado mes de septiembre, la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos Sobre Venezuela de las Naciones Unidas documentó la perpetración de delitos como la tortura, la desaparición forzada, la violencia sexual y asesinatos arbitrarios. Es muy probable que en su Informe de fin de año, el Fiscal General de la CPI, Karim Khan, tome la decisión de  pasar de la fase preliminar a la fase de investigación formal. 

Otra temible expectativa es lo que puedan confesar los cantores extraditados o por extraditar a Miami, especialmente el eventual tenor mayor, Alex Saab, acusado de haber lavado más de 350 millones de dólares para pagar corruptelas de la dictadura a través del sistema financiero estadounidense. A la agencia de noticias Reuters, el abogado Henry Bell, defensor de Saab, le declaró que “el empresario colombiano Alex Saab se declarará inocente de los cargos de lavado de dinero cuando la justicia estadounidense lo procese el lunes”. Efectivamente, mañana lunes 1° de noviembre (escribo este artículo un día antes), Saab tiene fijada audiencia, pero la misma agencia de noticias señaló “que una declaración inicial de no culpabilidad no excluye las negociaciones sobre un posible acuerdo de culpabilidad”, lo que fue confirmado por un ex-fiscal federal, Steff Casella, que le declaró a la propia agencia Reuters: “Es una rutina que los acusados se declaren inocentes durante la lectura de cargos…Eso no excluye la posibilidad de que el acusado luego cambie su declaración de culpabilidad como parte de un acuerdo de cooperación con el gobierno”. Entretanto, no penderá sobre Damocles la espada que un tirano puso sobre su cabeza allá en Siracusa, sino que la espada mutada en confesión judicial allá en Miami penderá sobre la cabeza de la dictadura que aquí en Venezuela está atemorizada por su destino incierto.

No es una casualidad que nuestro país, sometido a una feroz dictadura, ocupe el último lugar de los 139 que fueron evaluados por el Indice Global de Estado de Derecho que elabora la organización Proyecto de Justicia Mundial, donde se toman en cuenta elementos como la separación de las ramas del Poder Publico, el ejercicio de los derechos humanos, la libertd de expresión, el funcionamiento o la intervención del sistema de partidos, la corrupción (Venezuela es uno de los tres países más corruptos del mundo, según el Índice de Percepción de la Corrupción 2021, de acuerdo con el informe que ha presentado Transparencia Venezuela), entre otros aspectos.

En lo que respecta a la cuestión económico-social, la hiperinflación que arrastramos desde noviembre de 2017 ya ha obligado a tres reconversiones monetarias que han eliminado 14 ceros al bolívar, en vez de atacar las causas que la han generado, con las medidas de un plan de estabilización macroeconómica, que ya explicamos en artículo anterior. No sólo nos han cambiado la imagen física de Bolívar para que se pareciera a Chávez, sino que la moneda-bolívar ha sido sustituida por el dólar u otras divisas en la gran mayorías de las transacciones económicas. Mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento económico del 6,3% para América Latina en este año 2021, se pronostica para Venezuela una contracción económica (ya vamos para ocho años de recesión) del 5%. La conocida y reconocida Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), que coordina la Universidad Católica Andrés Bello, revela en su último informe que la pobreza por ingresos se ubica en el 94,5% de los hogares, y la pobreza extrema (cuando las personas no pueden satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, educación, salud, acceso a los servicios públicos) se ubica en el 76,6% de los hogares. Ahora al nacer, la esperanza de vida ha disminuido en tres años. La diáspora se ha llevado alrededor del 20” de la población.

Cómo llamar esto: ¿devastación, desastre, hecatombe, tragedia?

Los venezolanos tendremos que reinventarnos todos los días para buscar y tratar de encontrar la llave que cierre la puerta a la dictadura y abra la puerta a la libertad y la democracia: en ese empeño es necesario contar con el apoyo de una Fuerza Armada Nacional que no sea un ejército de ocupación del país y recupere el rol que le asigna la Constitución Nacional, o, en su defecto, que el pueblo vuelva a la calle y obligue al gobierno a retroceder o desaparecer. 

Tomándole la palabra a John Donne, el escritor estadounidense Ernest Hemingway publicó en 1940 la novela Por Quién Doblan las Campanas, en la que narra los horrores de la guerra civil que entre 1936 y 1939 destrozó a España. La dictadura está destrozando al país, pero cuando Venezuela vuelva a ser dueña de su destino, se sabrá –lo que ya presentimos- Por Quién Doblan las Campanas. 

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