Cómo se elige un presidente en Italia y el libro de Bruno Vespa

vespa bruno

Por EDUARDO MARTÍNEZCorresponsal en Italia

Después de la elección de un Papa, no hay proceso más restringido y a las sombras, que la elección del presidente de la República de Italia. 

A diferencia de las elecciones que se realizan en América para elegir al presidente, que son abiertas, universales y con voto secreto de todos los electores, en Italia no es solo secreto el voto, sino que está restringido únicamente a los miembros del parlamento: 320 senadores y 630 diputados.

Además, la manera en que se desarrollan las negociaciones parlamentarias, tienen la particularidad de que los candidatos no hacen campaña; y que, a pesar de aspirar al cargo, son los parlamentarios, jefes de partidos, “condottiere” y “buratinaia” (jefes y titiriteros) quienes entran en abierta campaña electoral.

Esto hace que los candidatos sean hasta cierto punto una figura pasiva en la acción, aunque también muy sutilmente manejen sus hilos parlamentarios y de los grupos de presión.

Esto ha logrado hacer creer en el común de los italianos, que los candidatos se sienten a esperar en la comodidad de sus hogares a que salga el humo blanco de la sede parlamentaria.

Sergio Mattarella, actual presidente, fue designado el 31 de enero del 2014, luego “de todo un año exacto de negociaciones”. Así lo señala en su libro, el conocido periodista italiano Bruno Vespa en su más reciente libro: “Quirinale” – 12 Presidentes entre público y privado.

(NR: el Quirinale, es el nombre del palacio en Roma que alberga las oficinas y la residencia del presidente italiano)

Este libro, publicado en la primavera del 2021, no pudo llegar más oportunamente. Algo que Vespa logra aprovechar, luego de una dilatada carrera en la RAI, el conglomerado estatal de comunicaciones del Estado italiano.

Su publicación trascurre en el último año del septenio presidencial, dado que la elección del próximo presidente debiera realizarse en el mes de enero del 2022.

El libro aborda las particularidades de cada uno de los 12 presidentes designados por el parlamento, luego de abolida la monarquía en 1948. 

Igualmente Vespa, que ha cultivado la agresividad periodística con mucho tacto y estilo, hace uso de toda la galantería posible cuando en cada capítulo dedica un anexo referido a la primera dama. En este sentido, no se exime de acumular y adornar las cualidades de esas mujeres que acompañaron a sus maridos en la difícil tarea de ser jefes de Estado.

Para quienes viven en Italia, el libro es una fuente resumida de los perfiles de los presidentes, sus esposas, y de los grandes y pequeños detalles de sus mandatos. Sin embargo, para quienes no han estado al tanto de la política italiana, su lectura es un descubrimiento del proceso político de elección de esos presidentes.

El sistema político italiano

Vale mencionar en esta reseña, que uno de los aspectos que Vespa cuida de hilar a lo largo de los 12 capítulos, es cómo ha habido un cambio de interpretación del papel del presidente frente a las responsabilidades del Presidente del Concilio.

Hay que tener en consideración que en Italia la Constitución establece un gobierno de tipo parlamentario. Un sistema proveniente de la monarquía constitucional europea, como en el Reino Unido y otros países europeos.

Por su parte, la elección del Presidente del Concilio -o de gobierno- es designado también por el parlamento en función de la conformación de una mayoría en ambas cámaras. Los partidos deben tener una mayoría absoluta para elegir el jefe de gobierno, quien a su vez designará a los ministros.

En la medida que se han ido sucediendo los septenios, cada vez más los presidentes han tratado de influir en las propuestas ministeriales, y de designación del jefe de gobierno. Una acción que ha sido denunciada como una extralimitación de los poderes presidenciales o violación de la Constitución.

Con buen tino, Bruno Vespa logra mencionar cada oportunidad en que estas tentativas surgieron, y cuando tuvieron éxito. Siendo una de ellas las del presidente Mattarella, quien logró para la constitución de un gobierno parlamentario al vetar la propuesta de designación de un ministro de finanzas, abiertamente enemigo de la Unión Europea.

El próximo enero, veremos la elección en el seno del parlamento, con las argucias, estratagemas y cambios de estilo, en el comportamiento de los líderes de la política italiana. Tal cual lo describe Bruno Vespa en su libro.

Bruno Vespa

Bruno Vespa, periodista italiano.

Bruno Vespa (L´Aquila, 1944) inició su labor periodística a los 16 años. Graduándose en derecho con una tesis sobre el derecho de crónica, ganó el concurso para entrar en la RAI clasificándose en el primer puesto. De 1990 a 1993 dirigió el Tg1 (NR: Principal noticiero de la RAI). Desde 1996, su transmisión “Porta a Porta” es el programa de opinión, actualidad y costumbres más seguido”.

(Tomado de la solapa del libro)

NR: El libro ha sido editado por la RAI, pero todavía no está prevista su publicación en español.

Salir de la versión móvil