Entrevista Sandra Bucci
Los pensionados venezolanos en Italia hacen sentir su voz
Por EDUARDO MARTÍNEZ – Corresponsal en Italia
Hace 6 años los jubilados y pensionados venezolanos en Italia iniciaron una lucha para que el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) les pagara sus pensiones y se las enviaran a este país. En Venezuela, nadie les hizo caso. Sin aviso, y sin explicaciones, dejaron de enviarles las pensiones en diciembre del 2015.
La lucha simultáneamente se daría en Portugal, España, Chile, Ecuador y Uruguay. Países con quienes el gobierno venezolano había firmado convenios bilaterales para que los pensionados venezolanos recibieran sus pensiones.
Miles de pensionados venezolanos, creyendo en estos convenios les otorgaban derechos, decidieron establecerse en estos países y cobrar sus pensiones. El régimen no respetó los derechos adquiridos.
Unos años después, lo mismo ocurriría con los pensionados que se quedaron en Venezuela. Con menos de 2 dólares de pensión al mes, simplemente no pueden comer.
Conversamos largamente con la ingeniero Sandra Bucci, residenciada en Torino, quien preside la Asociación de Pensionados Venezolanos en Italia.
¿Cuál es tu historia?
Soy una pensionada, residenciada en Italia desde hace 20 años, y pertenezco al grupo de 6 países que habían firmado unos convenios bilaterales con Venezuela. Esos países son España, Italia, Portugal -en Europa; Chile, Uruguay y Ecuador, en Latinoamérica.
Esos 6 países tenían la posibilidad de que los pensionados que residimos en ellos pudiéramos cobrar nuestras pensiones en las monedas del país donde residíamos.
¿Hasta cuándo cobraron la pensión?
Esto funcionó regularmente hasta diciembre del 2015. A partir de esta fecha, de un día para otro, nos dejaron de pagar. En enero 2016 ya no estaban nuestras pensiones depositadas en la Banca Intesa, en el caso de Italia. Este es el banco autorizado para que los venezolanos recibieran sus pensiones. Vamos a cumplir a finales de enero 6 años sin cobrar la pensión.
¿Y en los otros 5 países?
Igualmente en los otros 5 países.
¿Cómo hacían los pensionados que no vivían en los otros países?
Las personas que no viven en países con convenios bilaterales, como Estados Unidos, utilizaban el mecanismo de Cencoex. Transformaban sus bolívares de la pensión en divisas, y semestralmente recibían su dinero en sus países de residencia.
¿Ustedes qué hicieron?
Después del 2015, los pensionados se lamentaban. Entonces, empezamos a conformar pequeños grupos de denuncia, a ponernos en contacto entre nosotros para ver que se podía hacer. Se hacían cartas de manera individual. Se escribía a los consulados, al IVSS en Caracas, y hasta al presidente pidiendo que nos pagaran.
¿Qué les contestaban?
Nadie nos respondió. Tampoco nos dieron justificación alguna de por qué no nos pagaban.
¿Ustedes qué pensaron de por qué no les pagaban?
Por supuesto, nosotros pensábamos que la razón era netamente económica, en principio, porque todos los meses se devaluaba el bolívar. Nosotros teníamos el dólar protegido, de 10 bolívares por dólar. Por lo tanto, nuestra pensión había crecido. Nuestra pensión aumentaba. Era injustificado que nos pagaran esos montos. La cosa es que nunca se nos explicó el por qué, la verdadera razón.
… en los momentos críticos …
Nosotros también pensamos que otras de las razones era simplemente dejarnos morir, como se deja morir de hambre a la gente en Venezuela. Gente con escasos recursos, con pocas posibilidades de demandar al Estado. Prácticamente es inviable estando fuera del país. Nos consideran pequeños grupos que, además, son personas de edad y se van muriendo. Por lo tanto, poco a poco vamos desapareciendo.
Entonces, ¿qué hicieron?
En el grupo al cual me incorporé, terminé siendo como la líder del grupo. Junto con otros pensionados, que estaban muy activos, creamos la “Asociación de Pensionados Venezolanos en Italia” (APEVEREIT).
También nos acogimos a las ideas y ejemplos de lo que habían hecho en España. Actualmente, en España, hay 9 asociaciones, en las diferentes regiones, pero a su vez conformaron una federación con una sola cabeza. En contacto con ellos, decidimos seguir el ejemplo. Con mucho esfuerzo creamos la asociación. Registrada legalmente bajo las leyes de las organizaciones no gubernamentales (ONG), non-profit, de Italia, y sin tendencias políticas. Eso significó mucho más carácter jurídico. En Italia, cuando enviamos correspondencia, nos responden. Y (así) nosotros empezamos, al igual que en el resto de los países, a enviar cartas, inclusive al Estado italiano para ver de qué manera podían ayudar.
¿Cómo pueden ayudar?
Hay un irrespeto a este convenio (bilateral). Italia paga a los italianos residentes en Venezuela su obligación de pensión, mientras nosotros no recibimos nuestro pago en Italia. Así mismo ocurre en España, en Portugal, etc. Por supuesto, las cartas que hemos enviado (a las autoridades italianas) han sido respondidas. Dicen que en realidad no compete a Italia pagarnos. Y que lo más que ellos podían hacer por vías diplomáticas, es pedir al Estado venezolano que nos paguen. Pero no pueden obligarles, porque quien nos debe es el Estado venezolano, que tiene la obligación y que ha escurrido el bulto con nosotros que vivimos en el exterior.
Los pensionados se agrupan.
En contacto con las diferentes asociaciones que se fueron formando y fundando en otros países, desde hace dos años hemos venido trabajando en conjunto a nivel internacional. Con muchísimo esfuerzo, tratando de ponernos de acuerdo, hemos logrado crear la “Red de Asociaciones de Pensionados y Jubilados Venezolanos en el Exterior” (REDAPEJUVEX). Dentro de esta red estamos 12 asociaciones de 9 países.
¿Qué han logrado con la red?
Hemos logrado ser más fuertes con nuestras denuncias. No es lo mismo que Italia envíe una carta, a la ONU o la OEA u organismos de derechos humanos, que envíe una carta la red donde somos varios países en conjunto firmando todas estas denuncias.
¿Qué otras acciones han desarrollado?
Este último año y medio hemos realizado muchísimas reuniones, actividades de denuncias, manifestaciones, y llamados a nivel mundial donde hemos implementados tuitazos. Nos hemos orientados, visto que sabemos que el régimen venezolano encabezado por Maduro no nos paga, y que todos los meses se va acumulando la deuda -nos deben un montón de dinero- que quizás va a ser renegociado.
¿Cuántos son los pensionados venezolanos que residen en el exterior?
No tenemos la cifra de cuántos son los pensionados en el exterior.
¿Por qué no la tienen?
Porque los consulados no nos dan esa información. No les conviene. Nosotros trabajamos mucho hasta los dos últimos años con una cifra de unas 15 mil personas. Pero consideramos que en todas las huidas de refugiados venezolanos y de gente que ha salido del país, sobre todo en los últimos dos años, calculamos que podemos estar llegando de 25 mil a 30 mil personas, entre los países con convenios. A lo que habría que sumar los pensionados que viven en Australia, Nueva Zelanda, y en los otros países con los cuales no se firmaron convenios.
¿Con quién interactúa la red de jubilados y pensionados?
Venimos trabajando ahora directamente con las organizaciones encargadas de actividades relativas al respecto de los derechos humanos. También hemos estado en contacto con los organismos internacionales que han decomisado los dineros de los chavistas. Este es un dinero que puede ser destinado a tratar temas específicos de la criticidad de los venezolanos. Asimismo, estamos dedicando nuestro esfuerzo a que se nos reconozca como personas a las cuales se les ha vulnerado los derechos fundamentales humanos que podemos calificar de genocidio. Nos están dejando morir en los países en donde estamos.
¿Cómo es eso?
Estamos hablando de 6 años sin recibir nuestras pensiones. Si a nosotros nos dijeran que nos van a dar la pensión de menos de 2 dólares, en Venezuela por supuesto que no es válido. Menos aún estando en España, Portugal, por ejemplo. ¿Qué haces con 2 dólares? … Nada. Eso significa no tener pensión.
Si no les han pagado ¿qué han logrado hasta ahora?
Independientemente que hasta ahora no hayamos obtenido un resultado positivo, se nos está escuchando. En definitiva, tendría que ser el Estado venezolano el que reconozca nuestra deuda y que nos diga cuándo nos va a pagar, y regularice el pago de las pensiones.
¿Cuál es la base legal de esta petición que ustedes hacen?
Está establecido en la Constitución venezolana el derecho a recibir el pago del dinero de tu pensión. No es un dinero del Estado. Es tuyo. Cotizaste con tu dinero por varias décadas, y deseas que te desea devuelto en tu vejez.
¿Cuánto tiempo tienes en esta tarea de reclamar las pensiones?
Tengo 5 años en esta labor. Entré sin querer. No esperaba asumir esta responsabilidad. Sin embargo, el año pasado (2021) teníamos que renovar la junta directiva y no teníamos quien me supliera en la presidencia. Además, se salieron tres personas de la directiva. Tenían más de 80 años de edad. Están cansados. No tienen la misma energía para seguir con esta actividad. Es una actividad ad-honorem que requiere muchos esfuerzos. Y es muy dura. Están en contacto directo con la criticidad de cómo está sobreviviendo este grupo de personas. Nos hemos enterado de personas que se están muriendo de hambre, que no tienen para pagarse los remedios, aún estando aquí en Italia donde tendrían el derecho a la sanidad. Pensionados que vivían en casas alquiladas y que tuvieron que entregarlas para ir a vivir arrimados con algún pariente o irse a algún hospicio. Es decir, tenemos que manejar casos sumamente graves donde pensionados están desposeído de todo. Sin embargo, nosotros seguimos denunciando, orientando estas denuncias hacia los organismos internacionales. A través de la red, lo hemos intensificado en los últimos 8 meses.
¿Cuál es la idea de esta lucha?
Hacernos sentir que no nos hemos muerto. Esta entrevista la podrías llamar los olvidados.
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