*** Lunes movido en el tema Rusia-Ucrania. Europa se moviliza. Macron en Moscú y Scholz en Washington. ¿Rol de árbitros?
Por FRANCISCO POLEO
Lunes movido en el tema Rusia-Ucrania. Europa se moviliza. Macron en Moscú y Scholz en Washington. ¿Rol de árbitros? Mientras tanto, desde España llega la información de que Sánchez toma su propio camino y se acerca más bien a EEUU.
La semana arrancó con la reunión entre Macron y Putin. El escenario fue el Kremlin, y la puesta en escena no pudo ser más simbólica. El presidente ruso, un experto en la simbología política, recibió a su par francés en una enorme mesa. Cada uno en una punta. Distanciamiento social por la pandemia, dicen, pero el mesón fue el símbolo perfecto de lo lejos que están Rusia y el mundo occidental en estos momentos.
Macron fue con la agenda clara: una desescalada. “Una respuesta útil es la que permita evitar la guerra y construir elementos de confianza y estabilidad para todo el mundo”, le dijo el galo a Putin nada más comenzar el encuentro. “Sé que tienes tus propias ideas sobre este asunto”, fue la respuesta de su contraparte. “Tenemos una preocupación común sobre la seguridad en Europa, y quiero agradecerte que Francia siempre haya tomado una posición muy activa en las principales decisiones”, añadió Putin tuteando a Macron, quien ahora se dirige a Ucrania a reunirse con Volodimir Zelensky.
Biden, tras reunirse con Scholz, fue más duro. “En el conflicto con Ucrania, la diplomacia es el mejor camino para Rusia”, advirtió el presidente estadounidense. En esa línea, Scholz remató que “la estrategia más prometedora que podemos tener es mantener abierto todo tipo de diálogo”.
La relación entre Alemania y el resto de sus aliados tradicionales, sobre todo Estados Unidos, se había visto resentida recientemente. La dependencia de Berlín del gas ruso es el principal obstáculo para un frente común occidental ante la amenaza rusa. Sin embargo, el presidente norteamericano aseguró que “tenemos completa confianza, no hay dudas de la alianza entre EEUU y Alemania. Alemania es completamente confiable”.
De hecho, Biden se tomó la prerrogativa de anunciar que «si Rusia invade -eso significa que los tanques o las tropas cruzan la frontera de Ucrania, de nuevo- entonces ya no habrá Nord Stream 2». «Somos aliados cercanos y actuamos de manera coordinada y unida cuando se trata de responder a las crisis actuales», declaró Scholz, y aseguró que Rusia pagaría «un precio muy alto» si invade Ucrania.
Biden insistió en que la relación con Alemania no se ha debilitado, y que “no hay dudas sobre la alianza” bilateral. “No hay necesidad de recuperar la confianza. (Alemania) Tiene la completa confianza de los Estados Unidos”, subrayó el jefe de la Casa Blanca.
Sin embargo, tanta insistencia en el tema deja claro que hubo fricciones importantes en los últimos tiempos. ¿No aclares que oscurece?
Donde, sorpresivamente, hay menos indecisiones es en el Palacio de la Moncloa. Según información publicada en El Español por el enteradísimo periodista Alberto Prieto, Sánchez está dispuesto a enviar tropas a Ucrania si Putin mueve ficha. El presidente español ya tiene lista la petición de autorización al Congreso. Esto causaría, según la información del periódico ibérico, una ruptura en el gobierno de coalición con el ultra-izquierdista Unidas Podemos, quien se marcharía enseguida. Como están las cosas, Sánchez mataría varios pájaros con una misma piedra: mejoraría su imagen ante el votante de centro en un momento en que el opositor PP luce a la deriva, conseguiría el apoyo de buena parte de la oposición, sacaría del gobierno a los podemitas y, finalmente, se congraciaría con Washington.