El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes la prohibición de las importaciones estadounidenses de petróleo y gas de Rusia por la invasión de Ucrania. «Significa que el petróleo ruso no será aceptado en puertos de Estados Unidos», dijo Biden en una intervención en la Casa Blanca, con lo que pretende «asestar otro duro golpe» al dictador Vladimir Putin.
Esta decisión se tomó «en estrecha coordinación» con los aliados de Estados Unidos, precisó. «No contribuiremos a subvencionar la guerra de Putin». De hecho, el Reino Unido anunció también que cesará de importar petróleo y derivados petrolíferos rusos a fines de 2022. Sin embargo, por el momento, Europa se niega a decretar un embargo sobre estas importaciones rusas, que cubren el 40% de sus necesidades de gas natural y el 30% de petróleo.
«Podemos tomar esta decisión, mientras que otros no pueden», explicó Biden. «Pero trabajamos estrechamente con Europa y nuestros socios para poner en marcha una estrategia a largo plazo para reducir su dependencia de la energía rusa». «Estados Unidos produce mucho más crudo a nivel doméstico que la combinación de todos los países europeos», destacó el presidente estadounidense.
«Seguimos unidos en nuestra intención de mantener una presión creciente sobre Putin y su maquinaria de guerra», agregó el jefe de Estado estadounidense. El petróleo ruso representa solo el 8% de las importaciones estadounidenses y el 4% del consumo de productos derivados del petróleo en Estados Unidos, que no importa gas ruso.
Biden afirmó además que Rusia nunca podrá controlar toda Ucrania. «Rusia puede seguir avanzando a un precio horrible, pero esto ya está claro: Ucrania nunca será una victoria para Putin», aseguró. E insistió: «Putin puede ser capaz de tomar una ciudad, pero nunca podrá controlar el país».
(Con información de AFP y EFE)