Por Ángela Betancourt
El experto petrolero y economista Rafael Quiróz, dijo que Chevron podría aprovechar la coyuntura política de la prohibición de importaciones de petróleo ruso por parte de EE.UU. para tomar ventaja.
Las razones son el gran atractivo que representa para el parque refinador, ubicado en los estados ribereños del Golfo de México, procesar el crudo ácido pesado venezolano, además de presionar a PDVSA para el cobro de la deuda pendiente que supera los 1.700 millones de dólares, dijo.
Indicó Quiroz que esta posibilidad significaría un «aumento de la producción de Chevron de unos 200.000 a 300.000 barriles diarios máximo, para finales de diciembre, con una inversión no menor a 2.500 millones de dólares, pero ello debe conllevar para la petrolera estadounidense el derecho a comerciar su producción dentro de un esquema, avalado por PDVSA, bajo el cual pueda ir cobrándose la deuda”.
Quiróz agregó que, a su juicio, aparte del interés de Chevron en las empresas mixtas (Petro-Piar), participan otras empresas socias de PDVSA que pueden también sacar provecho de esta coyuntura (hay 28 empresas transnacionales en la Faja del Orinoco -FO- y 10 en pozos de crudos convencionales), tanto para comerciar crudo que puedan verse estimuladas a reiniciar su producción, y enjugar deudas existentes y pagos de dividendos que están en tubería.
Se cree que la administración Biden pudiera aprobar esta medida, sin necesidad de suspender las sanciones.
Quiróz admite que en la actual coyuntura, Chevron y otras empresas pudieran lograr la modificación de su licencia para Venezuela, que por ahora sólo incluye labores de mantenimiento en las empresas mixtas que tienen con Pdvsa.
“De las demás empresas estadounidenses como Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford, no se ha dicho nada, pero igualmente van a resultar favorecidas de darse tales flexibilizaciones”, vaticina.
El economista reiteró su escepticismo sobre las cifras de producción petrolera oficiales que ha lanzado Maduro y el ministro Tareck El Aissami pues “Rystad, la consultora nórdica, estima que la producción puede subir hasta 1.15 MMB/D en tres a seis meses, y la capacidad de producción en cabeza de pozo hasta 1.5 MMB/D, pero nunca a 2 MMB/D para finales de este diciembre, tal como irresponsablemente lo prometieron Nicolás Maduro y su ministro Tareck El-Aissami, y menos aún a 3 MMB/D para finales del año 2023. No hay duda que la ignorancia activa es audaz y atrevida”, dice Quiroz.
Sin embargo otros analistas son más pesimistas, ya que estiman que sin una inversión importante de recursos el aumento de la producción no iría más allá de 300 MB/D, y seguiría dependiendo del uso de diluyentes para mezclar la producción extraída en la Faja del Orinoco. Siendo así, la producción no podría sostenerse por encima de un millón de B/D.
“Reafirmamos, una vez más, nuestra ya conocida posición: Ni EE.UU. está interesado en que Venezuela supla los suministros petroleros que dejará de proveerle Rusia, ni nuestro país está en capacidad de aumentar la producción para cubrir ese déficit petrolero en el mercado norteamericano. Con fábulas, mitos, leyendas, engaños y mentiras se sigue escribiendo la historia del petróleo en Venezuela”, sentenció el experto.