Emmanuel Macron se enfrentará a Marine Le Pen en la ronda final de las elecciones francesas del 24 de abril, en una repetición de 2017. Macron, actual presidente, fue el más votado en la primera vuelta, el 10 de abril, con un 28% de los votos. Le Pen, populista nacionalista, le siguió con un 23%. A continuación, Jean-Luc Mélenchon, un incendiario de la izquierda dura, con un 22%, y, muy por detrás, Eric Zemmour, un polemista de extrema derecha, con un 7%. Valérie Pécresse, de Los Republicanos, que era la favorita para enfrentarse a Macron al principio de la campaña, quedó en quinto lugar, con sólo un 5%.
Los resultados son una prueba más del vaciamiento del centro francés. Más de la mitad de los votos han ido a parar a candidatos que no pertenecen a la corriente política. Pécresse tuvo un mal desempeño, pero no tan malo como Anne Hidalgo, del Partido Socialista, que se quedó en un mero 1,7%. En 2017, muchos votantes consideraron que Le Pen estaba fuera de lugar. Sólo obtuvo el 34% de los votos en la segunda vuelta, frente al 66% de Macron. Esta vez las cosas parecen estar mucho más reñidas.