*** Arrancó en Houston la convención de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), poderoso grupo de cabildeo por el derecho a portar armas. La masacre de Uvalde, de trasfondo.
Por Pete Romeror
Este viernes arrancó en Houston la convención de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), poderoso grupo de cabildeo por el derecho a portar armas. La reunión, que finaliza este domingo, se realiza a solo 450 kilómetros de la escena del peor tiroteo en una escuela del país en años, ocurrido hace dos días, que dejó 19 niños y dos maestras muertos.
Se supo que el expresidente Donald Trump está entre los destacados republicanos que participan en el evento, el cual se espera que atraiga las protestas de ciudadanos hartos de la violencia armada en Estados Unidos.
Pese a la conmoción por el más reciente tiroteo del pasado 25 de mayo que cobró la vida de 19 niños de entre 7 y 10 años, además de dos maestras, la NRA decidió no suspender su convención anual. Los líderes del influyente grupo de cabildeo se reúnen para «reflexionar» y al tiempo desviar cualquier tipo de responsabilidad en los tiroteos.
«No se puede rezar y enviar condolencias un día y luego ir y defender las armas al día siguiente. Eso está mal», reprochó el alcalde de Houston, el demócrata Sylvester Turner.
El expresidente de EE. UU., Donald Trump, y otros destacados líderes del Partido Republicano -afín a este movimiento que ha financiado las campañas políticas de varios miembros de esta bancada- están programados para hablar en defensa de las armas durante el evento, sin embargo, en medio de la polémica por los recientes hechos, algunos oradores programados se han retirado entre ellos los senadores Ted Cruz y John Cornyn y el representante Dan Crenshaw, quienes alegaron cambios en sus horarios.
«Este no es el momento ni el lugar para tener esta convención (…) No solo debemos tener pensamientos y oraciones de los legisladores, sino que necesitamos acción para abordar esta crisis de salud pública que está afectando a nuestras comunidades», dijo César Espinosa, director ejecutivo de FIEL, un grupo de derechos civiles con sede en Houston que planea participar en las protestas contra la NRA.
Está previsto que el gobernador del estado sureño, Greg Abbott, se dirija a la convención con un video pregrabado, señaló su oficina.
Cada vez que se registra un tiroteo masivo en Estados Unidos se abre paso una reiterada petición: legislar el control de armas. Pero los demócratas y funcionarios a favor de la medida se tropiezan con la misma piedra: la fuerte resistencia de la Asociación Nacional del Rifle y los republicanos que la respaldan.
La Segunda Enmienda de la Constitución protege «el derecho a poseer y portar armas». Y bajo esta legislación, Estados Unidos es uno de los países con menos limitaciones para adquirir esos artefactos.
Si bien el presidente Joe Biden y los demócratas en el Congreso renovaron sus llamados a aprobar leyes más estrictas al respecto, los miembros de la junta de la NRA, como Phil Journey, responden que el enfoque debería estar en una mejor atención de la salud mental y tratar de prevenir la violencia armada, no en prohibir o limitar el acceso a esos artefactos de fuego.
«Tirar piedras a la NRA no resuelve el próximo tiroteo masivo», defendió Rocky Marshall, ex miembro de la junta de la NRA.