***Durante la cumbre se discute un embargo parcial del petróleo ruso que incluye dos fases: Primero el importado por vía marítima, y después el que llega por oleoducto.
La Unión Europea se reúne en una nueva cumbre extraordinaria en Bruselas con el sexto paquete de sanciones contra Rusia sobre la mesa.
Los líderes europeos intentan salvar la unidad sobre el veto al petróleo ruso, un mes después de presentarse el borrador del documento en busca de la unanimidad, el cual no tuvo éxito.
Sobre la mesa un embargo parcial al crudo ruso que incluye dos fases: primero el importado por vía marítima, para sortear el veto húngaro, y después el que llega por oleoducto.
Esto supone bloquear primero los dos tercios del total de petróleo ruso que llega a Europa y más tarde el que llega por oleoducto, que por el momento se quedaría abierto hasta una fecha por determinar. Una alternativa que permitiría a Hungría, principal opositor al paquete de sanciones, mantener el suministro.
El presidente español Pedro Sánchez se incorporó a la cumbre con una hora de retraso después de participar en el 40 aniversario de la entrada de España en la OTAN donde defendió el aumento de la inversión en defensa ante la amenaza de Putin.
La agenda del martes se centrará en las formas de mitigar la crisis alimentaria global provocada por la agresión rusa y la defensa europea.
Nada más llegar a la reunión, el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán, exigió una nueva excepción para su país como condición para que Budapest acepte el veto al petróleo ruso como parte del paquete de sanciones contra Moscú que negocian los Veintisiete, y que incluye también la desconexión del mayor banco ruso, Sberbank, del sistema de mensajería Swift.
El oleoducto de Druzhba es uno de los más grandes del mundo y abastece a media docena de países de la Unión Europea, si bien la exención se contempla como una medida para salvar el rechazo de Hungría a las sanciones y beneficiará también a Eslovaquia y República Checa.
La postura de Orban llevó a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen a rebajar las expectativas de acuerdo “en las próximas 48 horas”, al tiempo que instó a mantener la “solidaridad con Ucrania y la unidad de la UE”.
Que “no es fácil” es algo que también constató el presidente del Consejo Europeo, pero Michel no pierde la esperanza: “El momento es ahora y estoy convencido de que seremos capaces de tomar una decisión todos juntos”, destacó.
“Confío plenamente en que tendremos un acuerdo” sobre el sexto paquete de sanciones, dijo por su parte el Alto Representante de la Política Exterior europea, Josep Borrell, el más optimista de todos.
Como ya ha ocurrido en anteriores ocasiones, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski participó telemáticamente en la cumbre. Días atrás, el presidente denunciaba que la UE estaba tardando demasiado para sentarse a hablar sobre el tema mientras los ataques rusos se intensificaban en el este de su país provocando la muerte de civiles.
El presidente ucraniano lamentó que aún no haya acuerdo sobre el sexto paquete, momento en el que ha incidido en que debería ser Rusia quien dependiera de Europa y no a la inversa, recordando que Moscú todavía gana casi 1.000 millones de euros al día vendiendo su energía, entre otras cosas.
“Todas las disputas internas en Europa deben terminar”, dijo, a la vez que pidió que busquen de inmediato una solución para evitar que se produzca una crisis alimentaria.