*** La información debe ser específica sobre personas o acciones implicadas, y debe ser nueva para las autoridades. Las denuncias pueden hacerse en persona, en línea, por correo o a través de la línea directa de seguridad del Estado.
El gobierno de China ofreció a sus connacionales recompensas en efectivo de hasta 100.000 yuanes (US$ 15.000) por suministrar información sobre personas que pongan en peligro la seguridad nacional, a medida que las autoridades intensifican una campaña de años para eliminar lo que consideran una amenaza creciente de espionaje extranjero y «fuerzas hostiles«.
Los informantes que tengan éxito pueden recibir «recompensas espirituales» en forma de certificados o «recompensas materiales» en efectivo, según la normativa publicada este lunes por el Ministerio de Seguridad del Estado.
Los pagos en efectivo se clasifican en cuatro niveles según el valor de la información, que van desde menos de 10.000 yuanes (US$ 1.500) hasta más de 100.000 yuanes.
La información debe ser específica sobre las personas o acciones implicadas, y debe ser nueva para las autoridades. Las denuncias pueden hacerse en persona, en línea, por correo o a través de la línea directa de seguridad del Estado.
Esta práctica no es nueva pues durante años, las autoridades de China han instado al público a informar sobre espías extranjeros y sus colaboradores chinos a través de campañas de propaganda e incentivos, esfuerzos que se han incrementado bajo el gobierno de Xi Jinping.
«Debemos garantizar que la seguridad nacional lo es todo para el pueblo y todo por el pueblo, movilizando los esfuerzos de todo el Partido Comunista y de toda la sociedad para reunir fuerzas poderosas para salvaguardar la seguridad nacional», dijo Xi a los funcionarios en 2016.
En 2017, el Gobierno municipal de Beijing comenzó a ofrecer recompensas de hasta medio millón de yuanes (US$ 75.000) a quien ayudara a desenmascarar a un espía. En el plazo de un año, las autoridades habían recibido casi 5.000 informes y habían entregado recompensas a informantes que iban desde investigadores científicos hasta taxistas, según el diario estatal Beijing News.
La normativa también se produce en un momento en que los funcionarios y los medios de comunicación estatales impulsan la narrativa de que China está bajo la grave y constante amenaza de «fuerzas extranjeras hostiles», que supuestamente tratan de infiltrarse y socavar el país de todas las maneras posibles.
«La seguridad nacional de China se enfrenta a una situación grave y compleja. En particular, las agencias de inteligencia extranjeras y las fuerzas hostiles han intensificado significativamente sus actividades de infiltración y espionaje con medios más diversos y apuntan a áreas más amplias, lo que supone una grave amenaza para la seguridad nacional de China«, dijo el representante del Ministerio.
El creciente recelo de China hacia las influencias extranjeras se debe en parte a su creciente rivalidad geopolítica con Occidente, especialmente con Estados Unidos, a medida que el país se vuelve más autoritario en el interior y más asertivo en el exterior bajo el mandato de Xi.