Macron cercado por los extremos tras parlamentarias francesas

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*** El presidente francés deberá cumplir su segundo y último mandato con un parlamento dominado tanto por la extrema izquierda como por la extrema derecha.

Por José Piñeiro

Después de la luna de miel, empiezan los problemas de convivencia. Tras reelegirse hace apenas dos meses cómodamente, derrotando a la ultra-derecha representada en Marine Le Pen, al presidente francés Emmanuel Macron le crecen los enanos en el circo parlamentario. Este domingo, los franceses votaron y la coalición macronista, Ensemble, sigue siendo la mayoría, pero lejos de ser la absoluta.

De hecho, ni 24 horas habían pasado después de la «derrota» macronista cuando la Francia Insumisa, el partido liderado por Jean-Luc Mélenchon y que encabeza la coalición de izquierdas NUPES (La Nueva Unión Popular, Ecológica y Social), anunciaba una moción de censura contra el gobierno nacional.

El primer período de Macron fue, en el juego de pesos y contrapesos, un jardín de rosas para el presidente. Ahora, tendrá que afanarse en el juego del consenso, un exotismo en la muy presidencialista Francia, si quiere sacar adelante de forma exitosa los próximos cinco años. Tendrá una poderosa oposición en los extremos zurdos y diestros.

La coalición macronista perdió 100 escaños, para quedarse con 244 de 577. En segunda posición, con 127 escaños, queda la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES), la alianza de populistas de izquierdas, socialistas, ecologistas y comunistas liderada por Mélenchon. Por el flanco ultra-derecho, Le Pen vuelve a la carga con su partido Reagrupamiento Nacional (RN), que pasa de 8 diputados a 89.

“Esta situación constituye un riesgo para nuestro país, vistos los desafíos tanto a escala nacional como internacional”, declaró la primera ministra, Élisabeth Borne, tras reunirse durante tres horas con Macron. “A partir de mañana trabajaremos para construir una mayoría de acción”, añadió.

Macron pasó de 345 diputados a 244. Hasta este domingo, gobernó como quiso, requiriendo a la Asamblea Nacional sólo que oficializara sus políticas. Concentraba, de esa manera, todos los poderes, lo cual ya no será posible según el nuevo mandato de los franceses. El presidente deberá demostrar que puede llegar a acuerdos con cualquiera de los dos extremos que, combinados, son mayoría en el parlamento.

La opción de Macron para frenar al extremismo es pactar con la derecha moderada de Los Republicanos, con los cuales Ensemble conseguiría la mayoría absoluta. Sin embargo, Christian Jacob, presidente de la formación que tendrá 61 diputados, dijo que «seguiremos en la oposición».

“El desastre, para el partido presidencial, es total y no aparece ninguna mayoría”, dijo Mélenchon, quien todavía aspira a conseguir la mayoría tras el recuento. En cuanto a Le Pen, aseguró que «nosotros encarnaremos una oposición firme pero respetuosa con las instituciones”.

El golpe para Macron es mayor cuando se toma en cuenta que tres de sus ministros eran candidatos y perdieron: Justine Bénin (secretario de Estado del Mar), Amélioe de Montchalin (Transición ecológica) y Brigitte Bourguignon (Sanidad). Las tres abandonarán el gobierno. En cuanto a Richard Ferrand, presidente de la Asamblea Nacional saliente, también deberá marcharse tras perder, al igual que el jefe de la mayoría hasta ahora, Christophe Castaner. La nueva primera ministra, Borne, ganó por los pelos.

El presidente francés deberá liderar al centro si quiere frenar a los extremos en un momento en el que el populismo, en donde los ultras hacen mejor vida, está en auge.

tan fácil como sus antecesores.

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