***Este domingo expiró el periodo de gracia de unos $100 millones en pagos de intereses atrapados con vencimiento el 27 de mayo, la fecha límite para considerar un evento de incumplimiento.
Por primera vez en un siglo, Rusia dejó de pagar su deuda soberana en moneda extranjera, la culminación de sanciones occidentales cada vez más duras que cerraron las rutas de pago a los acreedores en el extranjero.
El país pudo hallar durante cierto tiempo caminos alrededor de las sanciones impuestas por la guerra. Pero al final de la jornada del domingo, expiró el periodo de gracia de unos 100 millones de dólares en pagos de intereses atrapados con vencimiento el 27 de mayo, la fecha límite para considerar un evento de incumplimiento.
Rusia mantiene la postura de que no ha caído en el incumplimiento puesto que cuenta con el dinero para pagar la deuda, pero que debido a las sanciones no puede acceder a los activos.
“Hay dinero y también está la disposición a pagar”, afirmó el mes pasado el ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov. “Esta situación ha sido creada artificialmente por un país hostil y no tendrá efecto alguno en la vida diaria de los rusos”.
Pero, de acuerdo con Bloomberg, el daño ya está hecho. Las sanciones han provocado que los rusos enfrenten una inflación de dos dígitos y la peor contracción económica en décadas.
Rusia debe alrededor de 40 mil millones de dólares en bonos extranjeros. Antes del comienzo de la guerra tenía alrededor de 640 mil millones en divisas y reservas de oro, gran parte de las cuales se encontraban en el extranjero y ahora están congeladas.
Rusia no había dejado de pagar sus deudas internacionales desde la revolución bolchevique, hace más de un siglo, cuando el Imperio Ruso se derrumbó y se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Rusia dejó de pagar sus deudas internas a fines de los años noventa, pero pudo recuperarse de ese incumplimiento con la ayuda de la ayuda internacional.
Los inversores han esperado que Rusia entre en default durante meses. Los contratos de seguros que cubren la deuda rusa han valorado una probabilidad de incumplimiento del 80% durante semanas, y las agencias calificadoras como Standard&Poor’s y Moody’s han colocado la deuda del país en territorio basura.
Las agencias calificadoras pueden bajar la calificación al incumplimiento o un tribunal puede decidir el problema. Los tenedores de bonos que tienen swaps de incumplimiento crediticio (contratos que actúan como pólizas de seguro contra el incumplimiento) pueden pedirle a un comité de representantes de firmas financieras que decida si la falta de pago de la deuda debe desencadenar un pago, lo que aún no es una declaración formal de incumplimiento.