* * * El protocolo es la respuesta ante el escándalo destapado por The Washington Post sobre sacerdotes ejerciendo a pesar de haber sido procesados por abusos a menores.
Por Ángela Betancourt
La Conferencia Episcopal Venezolana debatirá este miércoles un “protocolo de prevención de abusos en ambientes eclesiales” luego de los señalamientos sobre casos de sacerdotes venezolanos que, pese a ser acusados de abusos, continúan dentro de la Iglesia.
Al respecto, el diario estadounidense The Washington Post reveló recientemente que los religiosos, acusados de pederastia, no cumplieron sentencia en la cárcel y que al contrario se encuentran actualmente ejerciendo en la Iglesia católica venezolana.
Ante esta situación y luego de dos semanas de silencio, la CEV presentará dicho protocolo en una rueda de prensa.
La investigación del rotativo, llevada a cabo por la periodista Ana Vanessa Herrero en los últimos dos años, examinó 10 casos de denuncias de abuso sexual por parte de sacerdotes a niños, niñas y adolescentes encontrando que muchos de los religiosos acusados y condenados quedaron puestos en libertad antes de cumplir su sentencia.
Incluso, hay algunos que ni siquiera pasaron tiempo en prisión. Y, en al menos tres de los casos, a los sacerdotes los aceptaron nuevamente en el ministerio tal es el caso del sacerdote Luis Alberto Mosquera, a quien condenaron en 2006 a más de siete años en la cárcel, pero no terminó su tiempo en prisión, pues un juez le concedió la libertad a los dos años y este volvió a la Iglesia en el estado Lara, en donde aún ejerce.
De igual manera ocurrió con el sacerdote Enrique Castro Azócar quien resultó detenido en Anzoátegui en 2019 tras ser acusado de abuso sexual de dos menores de edad. Este se declaró culpable y quedó sentenciado a cinco años de prisión. Sin embargo, le dieron una medida sustitutiva de libertad. Como condición para su excarcelación, debía mantenerse lejos de las víctimas, asistir a un psicólogo y presentarse ante el tribunal cada 30 días.
Y aunque aseguraron que quedaría destituido de sus funciones como sacerdote, esto no sucedió y sólo lo trasladaron a otra parroquia.