*** La Conferencia Episcopal Venezolana se pronunció ante las denuncias de abusos dentro de la Iglesia.
Por Ángela Betancourt
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) se pronunció este miércoles luego que el diario estadounidense The Washington Post publicara un reportaje de investigación que reveló que sacerdotes venezolanos acusados y condenados por pederastia no cumplieron su pena en prisión y volvieron a ejercer dentro de la Iglesia católica.
Al respecto, el obispo de San Cristóbal y primer vicepresidente de la CEV, monseñor Mario Moronta dijo que “Nos sentimos profundamente consternados y dolidos ante las situaciones de abusos que se presentan”.
Moronta aseguró que “los abusos sexuales constituyen un delito y grave pecado contra la vida y la dignidad de la persona, particularmente cuando afectan a los más débiles” agregando que “los obispos ni se han opuesto ni se oponen a la actuación de los organismos competentes de la justicia civil en esta materia de abusos” contra niños, niñas y adolescentes.
Moronta aseveró durante un comunicado que la Iglesia católica “ha procurado las investigaciones y los procesos según la legislación eclesial”, reiterando “el compromiso de promover la dignidad de los niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables”.
“Nos hemos comprometido a hacer de nuestras instancias de Iglesia lugares seguros para todos”, dijo el vicepresidente de la CEV. Por tal razón anunció que han constituido una “Comisión de Prevención” conformada por expertos en la materia, añadiendo que están realizando “diversas iniciativas orientadas a brindar información y formación a los diversos agentes de pastoral sobre la cultura del buen trato y la prevención de abusos“.
Además, explicó que la Conferencia Episcopal Venezolana dispone de “unas líneas-guías de actuación” ante presuntos abusos cometidos por clérigos y agentes de pastoral, y que estas han sido recientemente renovadas.
“En nuestras diócesis, institutos religiosos, centros educativos y sociales, hemos venido estableciendo mecanismos para recibir denuncias de presuntos abusos. Estamos actualizando códigos preventivos de conducta y protocolos de actuación para los que prestan sus servicios en el ámbito eclesial”, detalló.
“Estamos conscientes de que siempre se puede hacer más y estamos dispuestos a hacerlo en sinergia con otras instituciones”, añadió el monseñor.