***El dictador ruso se reunirá con sus homólogos iraní y turco y abordarán, entre otros asuntos, el desbloqueo de la exportación de cereal ucraniano para aliviar la crisis alimentaria mundial.
Por José Piñeiro
El dictador ruso Vladimir Putin viajó este martes a Teherán con el fin de reunirse con su homólogo iraní, Ebrahim Raisi, y con el líder turco, Recep Tayyip Erdogan. Los tres dirigentes mantuvieron además reuniones por separado en formato bilateral con el tema de Ucrania y Siria como punto principal de las conversaciones.
El pasado día 13 en Estambul se realizó una reunión a nivel técnico de representantes rusos, ucranianos, turcos y de Naciones Unidas, incluidos expertos militares, para desbloquear la exportación de cereales ucranianos donde se habló de aproximación de posturas y de la inminente creación de un “centro de coordinación” para garantizar que las rutas marítimas discurran de forma segura, pero se pospuso una posible decisión definitiva a la actual semana.
Al respecto, se habló de la posibilidad de que Putin y Erdogan pudieran anunciar en Teherán un preacuerdo o fijar una nueva reunión en Estambul para los próximos días. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que “esperamos que las conversaciones se reanuden en breve”.
El viernes, el Ministerio de Defensa ruso sostuvo que “un documento final” está ya preparado para posibilitar la salida por el mar Negro de unos 20 millones de toneladas de cereales ucranianos almacenados en el puerto de Odessa y permitir al mismo tiempo que Rusia pueda también exportar su grano y fertilizantes.
El lunes, el Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, también se mostró esperanzado de que “esta semana” se alcance el ansiado acuerdo. El ministro de Agricultura alemán, Cem Özdemir, por su parte, puso en duda la credibilidad de Moscú al decir que “los que todavía creen en la palabra de Putin, también pueden creer en Papá Noel o en el conejo de Pascua”.
Putin y Raisi abordaron después el acuerdo sobre el programa nuclear iraní, aunque lo más candente debió de tener que ver con la eventual venta por parte de Teherán a Moscú de drones para su uso en Ucrania, pese a que las autoridades iraníes han reiterado que no existe tal intención. El asesor de seguridad nacional norteamericano, Jake Sullivan, aseguró la semana pasada que especialistas rusos acudieron el 8 de junio y el 5 de julio al aeródromo iraní de Kashan para presenciar sendas exhibiciones del funcionamiento de los drones Shahed-191 y Shahed-129. Después, el lunes, el portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Ned Price, declaró que “ante un posible suministro iraní de tecnología de drones a Rusia. Seguiremos vigilando muy de cerca. Todas nuestras sanciones siguen vigentes. Cualquier transacción de este tipo implicaría una serie de sanciones adicionales que tenemos en nuestra cartera y presumiblemente una serie de sanciones que los países de todo el mundo tienen previstas”.
Siria fue otro de los temas centrales de la cumbre y tampoco se ha vislumbrado una solución. Desde hace unas semanas, Turquía viene amenazando con lanzar una ofensiva militar en el norte de Siria contra los kurdos con el objetivo de establecer una “zona de seguridad” desde la frontera y hacia el interior de 30 kilómetros. Moscú solicitó a Ankara que desista de tal idea e Irán en este aspecto está del lado de Rusia. El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, le advirtió a Erdogan que cualquier acción de fuerza de Turquía en el norte de Siria sería “perjudicial” para la región.