*** La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos dijo el miércoles que su delegación había llegado a Taiwán en «paz para la región».
Por Pete Romero
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Nancy Pelosi, se reunió este miércoles en Taipéi con la vicepresidenta del Parlamento de Taiwán, Tsai Chi-chang. Pelosi informó que durante la visita, los delegados tienen tres propósitos por cumplir: primero, conseguir seguridad «para nuestra gente y para el mundo»; segundo, impulsar la economía para llevar la mayor prosperidad posible y tercero, la gobernabilidad.
Agregó la alta funcionaria estadounidense que su presencia en el país tiene como objetivo demostrar la amistad con Taiwán: «venimos en paz para la región y en representación de nuestros veteranos que entienden el valor de la paz y la necesidad de evitar los conflictos».
Sin embargo Pelosi llegó a Taiwán en medio de las amenazas de China. Aunque el itinerario oficial de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos solo enumeró paradas de la legisladora de alto rango en Singapur, Malasia, Corea del Sur y Japón, la especulación de una visita no anunciada a Taipéi marcaba su gira por Asia desde horas antes de su arribo el martes en la noche a la capital taiwanesa.
Beijing advirtió «repercusiones graves». En la madrugada de este miércoles 3 de agosto, China envió un buque destructor de su Ejército a unos 80 kilómetros de las costas de la isla Lanyu, al sureste de Taiwán.
Además, otros navíos destructores, buques de inteligencia y fragatas de misiles del Ejército chino han sido desplegados en los últimos días, en aguas cercanas a Lanyu.
Desde la semana pasada, las fuerzas armadas de Beijing han realizado varios ejercicios, incluidos simulacros con fuego real, en el Mar Meridional de China, el Mar Amarillo y el Mar de Bohai. Un intento por demostrar su poderío militar en medio del empeoramiento de los lazos entre Washington y Beijing.
Además, la Administración de Xi Jinping declaró que tomaría «medidas contundentes» si se hacía patente la visita de Pelosi. Sin embargo, el lunes 1 de agosto la Casa Blanca respondió que la líder demócrata «tiene derecho» a viajar a Taiwán si esa era su decisión.
Beijing considera a Taiwán, una isla autónoma, como una provincia renegada que algún día se «reunificará» con el resto de su territorio. Cualquier acción que se considere que legitima al Gobierno de Taipéi, como lo sería la visita de un político extranjero de alto nivel, es vista por Beijing como una violación de su «soberanía», que justificaría una “dura respuesta”.
El Ministerio de Defensa de Taiwán declaró que las autoridades chinas intentan amenazar puertos y ciudades clave, tras el anuncio de simulacros en la isla en los próximos días.
La cartera agregó que las maniobras tienen como objetivo intimidar psicológicamente a los ciudadanos taiwaneses. Sin embargo, indicó que sus fuerzas armadas han «reforzado» su nivel de alerta, por lo que su población no debería preocuparse.
Los ciberataques contra sitios web del Gobierno taiwanés antes de la llegada de Pelosi a Taipéi «probablemente fueron ejecutados por piratas informáticos» que respaldan a su Gobierno, por lo que no habría sido obra directa de las autoridades de ese país, según señaló una organización de investigación de ciberseguridad.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de China había informado que el ejército chino ha sido puesto en alerta máxima y lanzará «operaciones militares dirigidas» en respuesta a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos a Taiwán.
Los movimientos incluían simulacros aéreos y marítimos conjuntos en el norte, suroeste y sureste de Taiwán, disparos en vivo de largo alcance en el estrecho de esa isla autónoma y lanzamientos de prueba de misiles en el mar al este de Taiwán, según especificó el Comando del Teatro del Este.