***Brasil registró una baja del 0,68% en julio pese a la inflación alta que viene registrando.
Por José Piñeiro
El Instituto de Estadísticas de Brasil anunció que la inflación en Brasil cedió 0,68% mensual en julio pasado, el menor registro desde el inicio de la serie histórica en 1980, con lo cual acumularon 10,07% en 12 meses, informó este martes
La cifra contrasta con el proceso inflacionario que atraviesa Brasil y que ha dado lugar a fuertes alzas en la tasa de interés desde el año pasado. «El resultado del mes fue influenciado principalmente por el sector de Transportes, que tuvo la caída más intensa (-4,51%), y contribuyó con el mayor impacto negativo (-1,00 punto porcentual) en el índice», detalló el instituto en un comunicado.
El retroceso en esa categoría se explica por la reducción del precio de los combustibles (-14,15%) en julio. Vale recordar que Petrobras bajó los precios de los combustibles a pedido de Jair Bolsonaro. En junio, los precios minoristas habían avanzado 0,67%.
El banco Central brasileño anunció el martes que su previsión de inflación interanual para marzo de 2024 está en línea con su estrategia de política monetaria, indicando con más fuerza que su agresivo ciclo de endurecimiento de las condiciones financieras puede haber llegado a su fin.
En las minutas de su última reunión de política monetaria, los responsables de la política monetaria dijeron que la proyección del 3,5% «es coherente con la estrategia de convergencia de la inflación en torno al objetivo durante el horizonte pertinente».
El banco central empezó a hacer hincapié en su previsión de inflación a marzo de 2024 en su comunicado de política económica de la semana pasada, cuando reconoció que su proyección para el próximo año había empeorado. El objetivo oficial de inflación es del 3,25% en 2023 y del 3% en 2024, mientras que las estimaciones actuales del banco central son del 4,6% y del 2,7%, respectivamente.
«El Comité decidió enfatizar en las proyecciones de inflación a 12 meses en el primer trimestre de 2024, que refleja el horizonte relevante, suaviza los efectos primarios de los cambios fiscales, pero incorpora sus efectos de segunda ronda en las proyecciones de inflación relevantes para las decisiones de política monetaria», dicen las actas.