Estos son los tres mejores cachitos de Caracas (supuestamente)

Concurso de cachitos

***La primera edición de “El Cachito de Caracas” se realizó esta semana con la participación de 11 panaderías.

Por Irma Locantore

En la mañana de este 8 de agosto, se celebró el I Concurso El Cachito de Caracas, con participación de 11 panaderías de diferentes zonas de la capital venezolana organizado por la panificadora PastelPanes, con apoyo de varios patrocinantes, en los espacios de Symphony Café en El Paraíso.

Compitieron Danubio, (@pastedanubio); Alicantina de Las Mercedes (@alicantina.ve); Symphony de El Paraíso (@symphonydeli); Cueva de Iria de Santa Eduvigis (@cuevadeiria); Vollmer de San Bernardino (@vollmerccs); Chocolat Deli Café (@chocolatdeli) en la avenida Baralt; St.Barth’s (@st_barths); La Charlot (@tucharlot); Cospe (@cospecafe) en La Florida, Azú Pastelería (@azupasteleria) en Las Mercedes y Moka (@mokaccs).

Los concursantes participaron en dos categorías: Cachitos tradicionales de jamón y Cachitos de autor. Se evaluaron los siguientes aspectos: presentación, emplatado, sabor, relación masa-relleno y cocción y textura.

Los ganadores se seleccionaron por la suma de los puntos asignados por cada juez. Los aspectos más importantes eran el sabor, con 30 puntos sobre una puntuación total de 100; cocción y textura, con 25 puntos y relación masa-relleno, con 20. Aunque la presentación y el emplatado tenían menos peso en la nota total, podían hacer la diferencia en caso de un empate en otro renglón.

Tras la evaluación del jurado, que probó los 22 cachitos y conversó con los maestros panaderos, se conocieron los ganadores.

Categoría: Cachitos tradicionales

Primer lugar: Chocolat Deli Café. El jamón del cachito del joven maestro de Chocolat (@chocolatdeli), Samuel Correia, está potenciado por el sabor de tocineta muy picadita. Según explicó al jurado, todos los cachitos de esta panadería de la avenida Baralt, en el centro de Caracas, se preparan con ese combinado de ingredientes.

La masa del cachito de Chocolat es muy suave, con un punto dulce equilibrado y huequitos en el prehorneado que permiten respirar a la masa. La proporción de masa-relleno es de 50/50, según explicó Correia.

Segundo lugar: Cospe. Toda una sorpresa resultó este local de La Florida, que logró un puesto en el podio en ambas categorías.

Su maestro panadero es el trujillano Héctor Pérez, quien comentó que la masa se elabora de manera artesanal, porque no utilizan máquina “sobadora”. Sin embargo, aseguró, “se le dan las vueltas que se necesitan”.

El cachito tradicional de Cospe resaltó por su barniz parejo y atractivo, y sobre todo, por la forma de trabajar el jamón: muy picadito y en todo el centro del cachito. Según explicó posteriormente el maestro panadero y miembro del jurado, Juan Carlos Bruzual, picar pequeño el jamón en vez de envolverlo en tiras, permite que emane mejor sus notas gustativas.

Los cachitos de Cospe contienen 100 gramos de masa y 100 de jamón ahumado.

Tercer lugar: Alicantina. Esta tradicional panadería de Las Mercedes hizo honor a su fama y logró destacarse también en las dos categorías.

Conociendo que la presentación era uno de los puntos a evaluar, la Alicantina sirvió su cachito en platos de porcelana con visos dorados, que resaltaban el brillo propio del cachito. El jamón estaba picado en cuadritos y ocupaba prácticamente toda la cápsula de masa.

Los 11 cachitos se destacaron por su elaboración y sabor. El papelón hizo resaltar el sabor del jamón en el de Azú Pastelería, por ejemplo; el de Moka combinó canela y miel para acentuar más el contraste dulce-salado que gusta a los caraqueños; en el de la Symphony, el jamón tenía 7 vueltas; y el de la Vollmer, con el maestro panadero de mayor experiencia, Antonio Gil con 42 años en el oficio, contó con una cocción perfecta.

 Categoría: Cachito de autor

En este renglón, la competencia buscaba una explosión de creatividad, un relleno que diferenciara a las panaderías y que permitiera a sus comensales encontrar algo que satisfaga su gusto y su curiosidad. En cada cachito evaluado se sintió la personalidad del maestro panadero. Los ganadores fueron, en este orden, Alicantina, Azú y Cospe.

Primer lugar: Alicantina. Esta panadería supo combinar el dulce-salado, rellenando el cachito con queso de cabra sobre una cama de cebolla caramelizada con vinagre balsámico, aceite de oliva y un toque de mantequilla. Todo esto lo envolvió en una lonja de jamón ahumado.

Un topping de ajonjolí aportaba textura crujiente al cachito, y es un sabor al que está muy acostumbrado el caraqueño en productos de bollería.

Segundo lugar: Azú pastelería. El maestro panadero de este local en Las Mercedes también jugó con la combinación dulce-salado pero sorprendió a todos: combinó el jamón ahumado con manzana caramelizada y un toque de tocineta. Por encima le roció semillas de amapola. Como la compota de manzana estaba justo en el medio, el paladar sentía el dulce al final, permitiéndolo separarse y quedarse en el retrogusto. Recordó a los dulces de manzana tradicionales de las panaderías caraqueñas.

Tercer lugar: Cospe. El maestro panadero Héctor Pérez creó un cachito con un desayuno (o almuerzo) completo como relleno. Lo bautizó como “explosión criolla”.

El cachito de Cospe contenía una buena porción de carne mechada muy bien sazonada, algo de caraotas colocadas a un lado de la carne y, como base entre estas preparaciones y la masa del cachito, una delicada tajada de plátano.

“En Cospe servimos pabellón criollo y lo que hice fue incorporarlo en la masa tradicional. Así es un verdadero desayuno venezolano”, dijo Pérez.

La creatividad fue la ganadora de la contienda. Todas las panaderías presentaron sabores originales.

La panadería Charlot resaltó con un cachito relleno de mortadela de tapara con queso cheddar y topping de pistacho. Symphony elaboró uno de pastrami con queso Tentación, y tuvo la delicadeza de disminuir la manteca que se aporta a la masa para equilibrar el punto graso.

Chocolat hizo un cachito “Mediterráneo” con champiñones al ajillo, tocineta, queso crema y jamón. La Danubio presentó su cachito de autor que es un clásico: el navideño. A pesar del nombre, lo vende todo el año y contiene jamón ahumado, aceituna y pasitas.

Cueva de Iria elaboró una pieza con muchos sabores: jamón ahumado, ricotta y ajo y tocineta sofritos en mantequilla. Saint Barth combinó tocineta, jamón, ajoporro y queso crema.

La pastelería Moka presentó un cachito con jamón, queso amarillo y un centro de pechuga de pollo a la plancha. En el caso de la tradicional panadería Vollmer de San Bernardino, su pieza de autor se preparó con mozzarella, mortadela de tapara, tocineta, pimentón y cebolla.

Esta primera edición de El Cachito de Caracas fue liderada por Luis Rogelio Salcedo y Denys Salomón, junto con todo el equipo de PastelPanes. Junto con su gemelo Luis Roberto, Luis Rogelio cumplió con el rol de animador del evento.

El jurado estuvo compuesto por Gabriel Flores, Juan Carlos Bruzual, maestro panadero del Iepan, la cocinera venezolana Mercedes Oropeza, premio Armando Scannone de la Academia Venezolana de Gastronomía; Jannina Poljan, de la Escuela del Café; Eric Martin, maestro del hojaldre y la panadería de Mèmè y las periodistas gastronómicas Ligia Velásquez y Giuliana Chiappe.

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