*** «Salman Rushdie provocó la ira pública al insultar el sagrado islam y a 1.500 millones de musulmanes», dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí.
Por José Piñeiro
Irán culpó a Salman Rushdie del ataque recibido el pasado viernes por insultar a los musulmanes rechazando toda responsabilidad, pese a la fatua que emitió el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1989 contra el escritor.
En la primera reacción oficial desde el ataque a puñaladas en Estados Unidos, las autoridades iraníes rechazaron vínculos con el agresor o cualquier responsabilidad en el suceso, y en lugar de ello volvieron a señalar al novelista. «No consideramos a nadie más que a él (Rushdie) y a sus seguidores culpables», dijo en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí.
El escritor británico de origen indio, de 75 años, fue apuñalado en un acto público en el Estado de Nueva York por Hadi Matar, a quien especialistas en radicalismo islámico identifican como simpatizante de Irán y de la Guardia Revolucionaria Islámica, considerada el ala dura del régimen iraní, y una persona cercana al extremismo musulmán chií. Rushdie continúa ingresado en estado grave, con daños en hígado, riñón y un ojo, que podría perder, pero está evolucionando positivamente y ya no necesita respiración asistida.
El portavoz iraní subrayó que Rushdie provocó la ira del público al insultar el islam y los musulmanes en su libro Los versos satánicos publicado en el año 1988. «Salman Rushdie provocó la ira pública al insultar el sagrado islam y a 1.500 millones de musulmanes«, dijo Kananí.
El portavoz no hizo ninguna referencia a la fatua que emitió Jomeiní pidiendo el asesinato de Rushdie en 1989 y de cualquier persona implicada en la publicación del libro, lo que obligó al escritor a pasar años en la clandestinidad.
En lugar de ello, Kananí rechazó vínculos con Matar, nacido en Estados Unidos y de origen libanés, y cualquier responsabilidad iraní. «Rechazamos definitivamente cualquier lazo con el atacante», remarcó el portavoz, quien afirmó que solo saben lo que ha salido en los medios de comunicación. «Nadie tiene derecho a acusar a Irán», añadió el diplomático. Kananí además hizo un llamamiento para no usar la libertad de expresión para insultar las creencias de los demás. «La libertad de expresión no puede justificar el abuso de religiones divinas y sus principios», dijo. «Pedimos que se aplique una libertad de expresión imparcial», añadió.