*** Chevron solicita a la Casa Blanca que le amplíen la licencia para operar en Venezuela.
Por Ángela Betancourt
La petrolera Chevron pidió al gobierno estadounidense que amplíe su licencia para operar en Venezuela tras acordar con PDVSA la renovación de sus convenios de empresas mixtas en el país sancionado.
La solicitud de autorización de Chevron es el último intento para obtener una mayor participación en sus empresas venezolanas, reactivar la producción y reanudar el comercio de petróleo venezolano. Las sanciones de Estados Unidos en los últimos años han recortado drásticamente la producción del país y han restringido las operaciones, especialmente las realizadas con socios extranjeros.
Chevron ya había obtenido la aprobación para negociar con funcionarios venezolanos, pero Washington insistió en que no aliviaría las sanciones si no se avanzaba en un diálogo entre el presidente Nicolás Maduro y la oposición.
A finales de agosto, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos pidió a Chevron aclaraciones y detalles sobre el acuerdo con PDVSA. Las posibilidades de que la empresa obtenga la aprobación para ampliar sus negocios en Venezuela podrían ser escasas sin resultados concretos de las conversaciones entre Maduro y la oposición del país.
Están en juego millones de barriles de petróleo venezolano que podrían ayudar a reemplazar los suministros rusos que algunas naciones europeas y Estados Unidos han prohibido tras la invasión de Ucrania.
Una licencia ampliada también podría permitir a Chevron recuperar al menos una parte de los miles de millones de dólares en deudas impagadas de sus cuatro empresas mixtas.
«Seguimos comprometidos con la seguridad y el bienestar de nuestros empleados y sus familias, la integridad de los activos de nuestras empresas mixtas y el programa social y humanitario de la compañía», dijo el portavoz de la petrolera, Ray Fohr.
El acuerdo entre Chevron y PDVSA abarca una profunda renovación de las actividades en sus cuatro proyectos, que incluye un intercambio de crudo por diluyentes para facilitar el procesamiento de crudo pesado para la exportación en la gran empresa Petropiar en la Faja del Orinoco, y propone reanudar la producción de la empresa Petroboscan, recientemente detenida debido a cuellos de botella operativos.
El ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami, dijo esta semana que «la pelota está en el campo del gobierno de Estados Unidos» cuando se le preguntó sobre las negociaciones con Chevron. «Hemos discutido y acordado con (Chevron) todo lo relacionado con la restitución inmediata de las operaciones».
Si el gobierno estadounidense aprueba los términos propuestos por Chevron, podría liberar los inventarios de petróleo que Venezuela no ha podido exportar, y resolver su falta de diluyentes para convertir el petróleo pesado en grados exportables.