***Expertos aseguran que, en el caso de la ex monarca, este color de su mano pudo deberse a un déficit de plaquetas.
Por Luis Camacho
En la última aparición pública de la Reina Isabel II, mientras recibía a la nueva primera ministra británica, Elizabeth Truss, en la residencia de Balmoral, llamó mucho la atención un hematoma en la mano derecha de la monarca, un signo de los problemas de salud asociado a la edad conocido como “púrpura senil” o de Bateman.
Según la Sociedad Española de Medicina Interna, “el color violeta se debe a que los hematíes han salido de las venas, por debajo de la piel, allí han transformado su hemoglobina tomando ese característico color. En ocasiones se debe a que los tejidos que subyacen a la piel están atrofiados, lo que es muy frecuente en ancianos y en las zonas de la piel expuestas al sol, como sucede en las manos o brazos”.
Los expertos aseguran que, en el caso de Isabel II, este color de su mano podría deberse a un déficit de plaquetas aunque por norma general “es menos frecuente que la purpura surja porque el sujeto tiene pocas plaquetas, tiene trombocitopenia, y la lesión se llama púrpura trombocitopénica, con el apellido de idiopática, lo que significa que su origen es desconocido”.
“En cualquier situación en la que bajen el número de plaquetas, la aparición de púrpura es posible. Es mucho más fácil que aparezca si además de cifras bajas de plaquetas recibimos un golpe, por pequeño que sea”, concluye el organismo sanitario.