*** Alemania y los nórdicos atribuyen a un sabotaje las fugas de los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2.
Por José Piñeiro
Tres fugas de manera casi simultáneas en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2, que van de forma paralela por el lecho del mar Báltico desde la costa rusa a la alemana, prendieron las alarmas en las autoridades, pues sospechan que se trata de un sabotaje.
Aunque aún se desconoce la causa de las fugas, tanto Dinamarca y Suecia como Alemania apuntan a un ataque intencionado contra la infraestructura energética europea. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, aseguró el martes que las fugas han sido claramente causadas por “acciones deliberadas” y no son producto de un accidente. Su homóloga sueca, Magdalena Andersson, coincidió en que según investigaciones preliminares lo “más probable” es que se trate de “un sabotaje”. El Gobierno noruego apuntó en la misma dirección. Después de hablar con Frederiksen, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también calificó lo ocurrido de sabotaje.
“Es crucial ahora investigar los incidentes, obtener total claridad sobre los hechos y el por qué”, escribió Von der Leyen en Twitter, advirtiendo que “Cualquier interrupción deliberada de la infraestructura energética europea activa es inaceptable y conducirá a la respuesta más fuerte posible”.
Los sismógrafos de la zona detectaron dos explosiones ocurridas el lunes. La operadora de los gasoductos, Nord Stream AG, con sede en Suiza, asegura que los daños en los conductos, que pasan por aguas territoriales de Dinamarca y Suecia, “no tienen precedentes”. La Marina danesa, que ha hecho públicas imágenes aéreas de las fugas, estableció una zona de seguridad alrededor de la zona afectada como medida de precaución. Fotos tomadas desde un avión F-16 mostraron las perturbaciones en la superficie del mar como grandes círculos, en uno de los casos, de casi un kilómetro de diámetro.
El lunes por la tarde se detectó una extraña caída de presión en el Nord Stream 2, el gasoducto nuevo y de mayor capacidad que su predecesor, el Nord Stream 1. De una presión habitual de 105 bares, bajó de golpe a siete. Horas después se confirmó que existía una fuga, localizada al sureste de la isla danesa de Bornholm.
Durante la noche del martes, las autoridades detectaron dos fugas más, pero esta vez en el Nord Stream 1 y un poco más al norte. Este gasoducto, en funcionamiento desde 2011, está paralizado como represalia del Gobierno de Putin por las sanciones europeas. “No es una fisura, es un agujero realmente grande”, señaló el director de la Agencia Danesa de Energía al diario Berlingske. “Puede ser un acto deliberado. Pero también puede ser otra cosa. Es extremadamente raro que algo así suceda. Y cuando sucede tres veces en muy poco tiempo, entonces hay motivos para preocuparse”, añadió. Las fugas han sucedido en aguas territoriales de Suecia y de Dinamarca.
El Gobierno ruso aseguró este martes que no descarta el sabotaje como causa de los daños. “Ahora mismo no se puede descartar ninguna opción”, dijo el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, en una conferencia telefónica con periodistas. También dijo que el Kremlin está muy preocupado por la situación, que requiere una pronta investigación, ya que se trata de un problema para la seguridad energética de “todo el continente”.
En Alemania también están de acuerdo con la hipótesis del sabotaje. “Todo parece indicar que no es una casualidad” que se produzcan tres averías al mismo tiempo en las dos infraestructuras, cita el Tagesspiegel a una fuente gubernamental. Las autoridades temen que se pueda tratar de un ataque premeditado contra la infraestructura gasística europea. Estados Unidos advirtió hace semanas al Gobierno de Olaf Scholz de posibles ataques a gasoductos en el mar Báltico.