Durante el mes de septiembre se produjeron 364 protestas de las cuales 43 fueron manifestaciones callejeras masivas.
Por Ángela Betancourt
El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) documentó en el mes de septiembre 364 protestas cuyos hitos principales fueron un rechazo masivo al socialismo en un referéndum oficial y las protestas callejeras más numerosas y generalizadas desde las ocurridas el 11 de julio del 2021. El informe valoró que la gobernabilidad general en la isla continúa deteriorándose.
De las 364 protestas ocurridas en septiembre se produjeron 43 protestas callejeras masivas en las que participaron miles de cubanos, sobre todo los días 29 y 30 de septiembre. Ellas incluyeron cacerolazos, bloqueo de caminos y marchas. Estas protestas tuvieron lugar en La Habana (33), Las Tunas (3), Villa Clara (3), Holguín (1), Santiago de Cuba (1), Mayabeque (1) y Matanzas (1). Al cierre de este informe y después de iniciada la represión se continuaban recibiendo reportes de nuevas protestas desde distintas ciudades.
En septiembre 227 protestas fueron por derechos políticos y civiles (DPC, 62 %) y 137 por derechos económicos y sociales (DES, 38 %). Se mantiene la misma tendencia y prácticamente igual proporción que el mes anterior entre los derechos políticos y civiles, en relación con los económicos y sociales.
El mes coincidió con un inédito colapso total del Sistema Energético Nacional, el agravamiento de una nueva epidemia (dengue hemorrágico) y un demoledor desastre natural (el huracán Ian) que dejó unas 30.000 viviendas parcial o totalmente destruidas en las provincias más occidentales. No obstante, el nuevo informe mensual del OCC subraya que estos son solo catalizadores de las protestas, pues el conflicto principal es entre el régimen dictatorial vigente y las aspiraciones y necesidades básicas de la población.
En el mes recién concluido continuaron, con 43, las protestas callejeras masivas que se vienen sucediendo desde mediados de julio en la isla. Las de septiembre, sin embargo, no solo incluyeron cacerolazos y marchas, sino también barricadas en las calles, mientras que los reclamos sociales como el restablecimiento del servicio eléctrico, se fusionaron con otros políticos como los gritos de “Libertad” y fuertes expresiones de rechazo a las fuerzas represivas y a los gobernantes. Durante un recorrido por zonas afectadas por el huracán Ian, Miguel Díaz-Canel –jefe de Estado y Secretario General del PCC─ fue impedido de bajarse de su auto en el pueblo de Batabanó, donde la población rechazó su visita con gritos de “Descarao”.
Como indicador de que estas no son manifestaciones minoritarias y aisladas del rechazo al sistema el último “conflictómetro” destaca que más de 4 millones de cubanos lo expresaron en las urnas después que el gobernante Miguel Díaz-Canel asegurara que el voto afirmativo en un referéndum sobre el nuevo Código de las Familias representaría un voto a favor de la “Unidad, la Revolución y el Socialismo”.
En la consulta, los votos afirmativos (3.936790) quedaron por debajo del total (4.145.771) compuesto por la suma de los electores que rehusaron ir a votar pese a las presiones o represalias para que lo hicieran (2.195.771) y los que votaron NO (1.959.097). Esa sumatoria no incluye a aquellos votantes cuyas boletas fueron anuladas (360.042) en muchos casos por tener escritas consignas antigubernamentales.
Agrega el reporte que, encima de las penurias causadas por el apagón total del país, la epidemia de dengue y el huracán Ian, la situación de la población continuó agravándose en otros aspectos. Una inflación evaluada por expertos como la segunda mayor del mundo deprimió el poder adquisitivo de los salarios, empujando a más ciudadanos a la extrema pobreza. Las mínimas inversiones en el sector agrícola, mientras se despilfarra dinero en construir hoteles con baja tasa de ocupación, han conllevado a una escasez y encarecimiento de los alimentos que se agravó durante este mes. Según el economista Pedro Monreal, entre enero y junio de 2022 el Estado dedicó el 2.6% de su inversión total a producción de alimentos y el 33.8% a construcciones turísticas.
Pero la respuesta del gobierno a las demostraciones de descontento popular sigue centrada en la represión. En medio de conversaciones con EE.UU. (que mezclaron una solicitud de ayuda humanitaria con la demanda de levantar sanciones) las fuerzas policiales se desplegaron y luego replegaron de varios puntos de la capital durante jornadas de protesta en 32 barrios de la ciudad. Pero el 1ro. de octubre cadetes del Instituto Técnico Militar, vestidos de civil y armados con garrotes, desfilaron por las calles de La Habana y repartieron porrazos a los manifestantes, incluidos niños.
En sus conclusiones el OCC reitera que el abandono deliberado durante años de las necesidades de la población (alimenticias, energéticas, de vivienda, salud, salubridad, educación y transporte) ha generado la actual crisis. Por esa razón el Observatorio Cubano de Conflictos advirtió a Estados Unidos que, sin que sucedan cambios fundamentales dentro de Cuba, hacer concesiones unilaterales a su gobierno vendría a reforzar su capacidad para usarlas en una estrategia de apaciguamiento social e incremento de la brutalidad represiva a corto plazo.
“El núcleo central de este conflicto no es entre La Habana y Washington, sino entre el sistema fallido que rige en Cuba y las necesidades y aspiraciones de la población. Quien no lo entienda solo logrará agravarlo, por muy buenas intenciones que tenga”, termina diciendo el informe de septiembre del Observatorio Cubano de Conflictos.