El magnate finalmente está decidido a hacerse con la red del pajarito azul y sacó de nuevo la chequera para cerrar el trato de compra.
Por José Piñeiro
Luego de muchas idas y vueltas, Elon Musk volvió a aparecer en escena con respecto a la compra de Twitter al poner nuevamente sobre la mesa la oferta inicial de compra de la red social.
Por tal razón, la cotización de la red del pajarito azul en Wall Street se suspendió a la espera de un posible acuerdo de venta.
El precio establecido para la compra es el que se reveló en abril de este año cuando el magnate prometió «desbloquear el potencial de Twitter». Este consistía en pagar 54,20 dólares la acción, un 54% más de lo que valían las acciones antes de que Musk anunciase que se había convertido en el máximo accionista.
La noticia provocó un impacto inmediato en la bolsa pues las acciones de la red social, que habían bajado cuando el CEO de Tesla retiró su oferta de compra subieron un 12,7%, situándose en los 47,93 dólares, y las acciones de Tesla también se elevaron un 1,5%, situándose en los 243,81 dólares.
Un acuerdo de este tipo sería una clara victoria para Twitter, que había demandado al empresario ante Tribunal de Cancillería de Delaware con la intención de que la compra se concretara en los términos originales, es decir, pagando un total de 44.000 millones de dólares.
El juicio por la compra de Twitter está programado para empezar el próximo 17 de octubre. A pesar de sus intentos, Musk no había conseguido retrasarlo y, según los fallos previo, tampoco había logrado convencer a la jueza Kathaleen McCormick, que se había puesto del lado de la red social.
Desde que decidió retirar su oferta de compra, el empresario ha intentado encontrar causas para salirse del acuerdo y en muchas oportunidades ha acusado a la red social de hacer afirmaciones «falsas y engañosas» en relación a la cantidad de bots y spam, no dejando en claro la cantidad de usuarios monetizables.