En lo que muchos consideran como el comienzo de una “guerra sucia” electoral, se espera que Lula y Bolsonaro reciban ataques de parte y parte antes de los venideros comicios presidenciales.
Por Ángela Betancourt
Luego de las elecciones realizadas el pasado domingo en Brasil, la campaña electoral para determinar quién será el próximo presidente de este país se agudiza, por lo que cada vez más se estarían reportando ataques en contra de los candidatos de parte y parte, a tal punto que el expresidente Lula da Silva tuvo que confirmarles a los ciudadanos que no tiene un “pacto con el diablo”.
“Lula no tiene pacto ni jamás conversó con el diablo”, dice exactamente un cartel que tuvo que publicar el partido de Lula, el Partido de los Trabajadores (PT), afirmando, además, de que su candidato “cree en Dios y es cristiano”, puesto que se estaría atacando la fe del expresidente brasileño en medio de la campaña electoral.
Incluso, acompañando este post, este 2 de octubre Lula estuvo informando en Twitter de su encuentro con un grupo de Franciscanos, con quienes compartió su doctrina y recalcó su creencia en Dios.
“Hoy me encuentro con fray Davi en honor al día de San Francisco. Vamos juntos por un Brasil de amor y respeto para todos”, escribió Lula, agregando una fotografía.
Agregó que “Nuestro papel ahora es convencer a las personas que aún no estaban convencidas. Por eso también me gusta la segunda ronda, porque la gente tiene una segunda oportunidad. En la Iglesia católica hay bautismo y luego confirmación, para darle a la persona la oportunidad de elegir su propio padrino”, haciendo referencia a la integración de la población creyente a su favor.
Toda esta campaña viene acompañando la intención de obtener el voto de las personas católicas, entre otras religiones de Brasil, puesto que, desde su primera elección, Bolsonaro ha estado acompañado por los cristianos del país latinoamericano, y tras su primer mandato, este sector continúa apoyándolo para un segundo periodo. Lula, de 76 años, obtuvo el apoyo del excandidato Ciro Gomes, aunque a regañadientes.
Gomes quedó en cuarto lugar con 3,04 %, detrás de la senadora Simone Tebet, que también se espera apoye a Lula en el balotaje del 30 de octubre. Entre ambos candidatos sumaron 8,5 millones de votos. La diferencia entre Lula y Bolsonaro fue de 6,18 millones de votos.
El exjuez Sergio Moro, némesis del expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, y los gobernadores reelectos de los populosos estados de Minas Gerais y Río de Janeiro se pronunciaron a favor del presidente ultraderechista, de 67 años.