La casa del dragón realiza eventualmente saltos temporales bastante contundentes, que llegan a exigir que los intérpretes sean reemplazados para reflejarlos.
Por Irma Locantore
Hay grandes diferencias entre Juego de tronos y su secuela actualmente en emisión, La casa del dragón. Lo más vistoso es que la segunda se centra solo en los avatares de una casa que se disputa el Trono de Hierro, los Targaryen, con lo que la cantidad de personajes y subtramas a tener en cuenta es considerablemente menor. Pero acaso lo más importante tenga que ver con el ritmo. Mientras que la narración de Juego de tronos, en sintonía a lo propuesto originalmente por Canción de hielo y fuego, seguía a los personajes en periodos seguidos de tiempo, La casa del dragón realiza eventualmente saltos temporales bastante contundentes, que llegan a exigir que los intérpretes sean reemplazados para reflejarlos.
Es por ejemplo lo que ha ocurrido con Rhaenyra Targaryen y Alicent Hightower, que empezaron siendo interpretadas por Milly Alcock y Emily Carey, y actualmente tienen el rostro de Emma D’Arcy y Olivia Cooke. George R.R. Martin, ideólogo original de las intrigas que relata la serie de HBO, está bastante satisfecho de cómo la serie lo está manejando: “Me encantan tanto las versiones jóvenes de Alicent y Rhaenyra como las adultas, y las actrices que las interpretan”. En este mismo texto, sin embargo, Martin señala cómo los ritmos actuales de la televisión van a conducir forzosamente a que La casa del dragón sea una serie bastante larga.
Y eso que, frente a Juego de tronos, la velocidad con la que evoluciona la trama es bastante chocante. En el último episodio, sin ir más lejos, ha sido muy elogiado lo ocurrido con el rey Viserys Targaryen (Paddy Considine) que luego de sucumbir a la enfermedad provocará que el conflicto entre Alicent y Rhaenyra se intensifique. “Los Soprano tenía 13 episodios por temporada y pocos años después Juego de tronos solo tenía 10 (y ni siquiera eso, más bien sus últimas temporadas)”, recuerda Martin. “Si La casa del dragón tuviera 13 episodios por temporada, tal vez podríamos haber mostrado todo lo que tuvimos que ‘saltarnos en el tiempo’… aunque eso habría tenido el riesgo de que algunos espectadores se quejaran de que la serie era demasiado ‘lenta’, de que ‘no pasaba nada’”
El autor de Canción de hielo y fuego señala, a este respecto, que una serie actual como El señor de los anillos: Los anillos de poder solo cuenta con ocho episodios. Aun cuando La casa del dragón tenga más, y los saltos temporales permitan resumir tramas complicadas, Martin cree que “van a hacer falta cuatro temporadas completas de 10 episodios cada una para hacer justicia a la Danza de Dragones, de principio a fin”. Está “encantado” de “seguir teniendo 10 horas por cada temporada” para la precuela de Juego de tronos, aunque espera que a HBO no le dé por acelerarlo todo demasiado y la historia planeada pierda entidad.
Por suerte La casa del dragón está funcionando entre la audiencia, por lo que tampoco sería tan descabellado que terminara contando con cuatro temporadas. Juego de tronos duró el doble.