Dos activistas ecologistas realizaron el atentado en protesta contra la explotación de yacimientos de combustibles fósiles en Reino Unido.
Por Irma Locantore
Dos activistas ecologistas arrojaron este viernes sopa de tomate en el cuadro ‘Los Girasoles’ de Vicent Van Gogh, el cual es exhibido en la National Gallery de Londres.
El motivo del atentado fue para protestar contra la explotación de yacimientos de combustibles fósiles en Reino Unido.
Las activistas se plantaron frente a la obra y arrojaron sobre ella la sopa, para acto seguido pegar sus manos a la pared. «¿Qué vale más? ¿El arte o la vida?», dijeron. «¿Están más preocupados por la protección de una pintura que por la del planeta?», según un vídeo difundido por el grupo Just Stop Oil.
La Policía dijo en Twitter que varios agentes llegaron «rápidamente» al lugar y procedieron a la detención de las dos activistas que han manchado el cuadro, «por daños y violación de la propiedad».
La campaña lleva dos semanas de movilizaciones, con protestas en torno al Parlamento y en otros puntos clave de Londres. El pasado fin de semana, más de un centenar de personas fueron detenidas en el marco de las movilizaciones promovidas por organizaciones ecologistas
Vincent van Gogh pintó «Los Girasoles» entre 1888 y 1889, durante su estancia en la ciudad de Arles, al sur de Francia. La serie fue pintada con solo tres tonos de amarillo, señala la web del museo Van Gogh.
Las pinturas de girasoles tenían un significado especial para Van Gogh, porque comunicaban «gratitud», según escribió. Los dos primeros que hizo los colgó en la habitación de su amigo Paul Gauguin, que pasó con él una temporada pintando en Arles.
Gauguin quedó impresionado por los girasoles, que pensó que eran «completamente Vincent».
El cuadro atacado hoy es uno de los dos que la National Gallery de Londres exhibe desde finales de enero de 2014, la primera vez que dos lienzos de la famosa serie se mostraban juntos en 65 años. Uno de ellos pertenece al museo londinense y el otro al Museo Van Gogh de Amsterdam.
Los otros cuadros de la serie se hallan en los museos de Tokio, Munich, Filadelfia y otras dos piezas han desaparecido.
Los girasoles son una de las obras más conocidas del pintor y también una de las más caras. El 30 de marzo de 1987, uno de los Girasoles, logró el récord en una subasta en Londres, con un precio de 22 millones de libras.
El comprador fue un coleccionista japonés, que lo depositó en el Sompo Japan Museu of Art de Tokio.