Bukele: Defienden DDHH de los delincuentes pero no de la gente honrada

Bukele y los DDHH

El mandatario salvadoreño dijo que ningún procurador defiende los DDHH de la gente honrada. «Todo el enfoque está dirigido en los derechos de los delincuentes.»

Por Ángela Betancourt

Luego de un encuentro con el gabinete de seguridad en la Casa Presidencial, el mandatario salvadoreño Nayib Bukele dijo que, a su parecer, las organizaciones sociales y las mismas entidades del Estado están más preocupadas por los derechos humanos de los delincuentes que por los de la “gente honrada”.

“Si bien nadie duda que los reos tienen derechos humanos, algo que no se ha hecho, que ningún procurador ha hecho antes, es haber defendido los derechos humanos de la gente honrada. Todo el enfoque de Derechos Humanos Internacional o de las ONG incluso, está enfocado en los derechos de los delincuentes. Pero por qué el enfoque está siempre en los derechos de los delincuentes y a nadie le importan los derechos de la gran mayoría de la gente honrada”, dijo Bukele.

“Llevamos 30 años viviendo en zozobra y nadie dijo nada. Pero de repente agarran a los que matan, a los que violan, y de repente hay que ver los derechos humanos de ellos”, resaltó Bukele.

Las posturas de Bukele y sus estrategias para combatir el crimen organizado siempre han sido escandalosas. El presidente es conocido por su “mano firme” con la delincuencia, a veces a costa de los derechos humanos.

En 2019, el mandatario lanzó el Plan Control Territorial (PCT) para cortar las fuentes de financiamiento de las maras y retomar las zonas controladas por dichas bandas, en su mayoría barrios y colonias populosas. Sin embargo, la población en general desconoce un documento oficial que detalle el camino para atender desde el Estado el fenómeno de las pandillas y las organizaciones sociales denuncian violaciones a los derechos humanos durante este periodo.

En marzo de este año, tras una ola de violencia que cobró la vida de más de 80 personas, el Gobierno le pidió a la Asamblea Legislativa aprobar un régimen de excepción con la suspensión de ciertas garantías constitucionales que le han permitido a las autoridades detener personas sin orden judicial.

“Son más de 55.000 capturas de supuestos pandilleros. Esta guerra la estamos ganando y vamos a seguir día con día desplegando miles de policías y personal del ejército para seguir capturando a esos terroristas”, dijo el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.

Pero las capturas, y todo el marco que las ha permitido, han sido cuestionadas por organismos humanitarios al no tener en cuenta los derechos de las personas.

“Los derechos humanos no están siendo correctamente garantizados y respetados y eso es un problema. El ejercicio autoritario del poder, sin tener en cuenta las mismas limitantes que pone la Constitución, es un problema para los derechos humanos”, dijo Gabriela Santos, directora del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca). El Idhuca es el principal ente de derechos humanos en El Salvador, creado en 1985 para “contribuir a que se garantice el respeto a los derechos humanos, a través del uso de las instituciones estatales por parte de las personas y los grupos que buscan soluciones justas a sus problemas”. En los últimos años, el Idhuca ha señalado una serie de violaciones a derechos humanos cometidas por el Estado en el marco de la guerra contra las pandill

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