En caso de producirse la renuncia de la primera ministra del Reino Unido, quien se encuentra en un muy mal momento por las malas decisiones tomadas últimamente, Johnson aparece comandando la lista de sus posibles sustitutos.
Por José Piñeiro
Solo dos meses después de llegar al cargo de primera ministra del Reino Unido, Liz Truss ya está sonando fuertemente para ser sustituida y entre los candidatos a la sucesión, el que más está haciendo ruido es nada más y nada menos que Boris Johnson, quien es el favorito entre los conservadores para reemplazar a quien le sustituyó a él.
Johnson tuvo que dejar el cargo entre polémicas como el partygate, por las fiestas organizadas durante el confinamiento, pero también por una gestión deficiente de las filas tories, que acabaron dándole la espalda.
Ahora, mientras en apenas semanas Truss ha tenido que dar volantazos por su política económica, la figura de Johnson crece. El 32% de los miembros del partido conservador le quiere de vuelta en Downing Street. De momento, la todavía primera ministra ha tenido que cesar a su ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, para nombrar a Jeremy Hunt. Y ha pasado de prometer bajadas masivas de impuestos a imponer subidas tras el shock sufrido en cuestión de días.
Si no puede controlar la crisis, Truss estaría cerca de dimitir y se convertiría en la primera ministra que menos tiempo ha estado en el cargo. Los nombres ya se suceden para ocupar su lugar, y no solo ha salido el de Johnson. Otro 23% de los conservadores prefieren a Rishi Sunak, que precisamente perdió las ‘primarias’ frente a quien ha intentado ser la nueva dama de hierro sin conseguirlo. Sunak, con propuestas económicas más quirúrgicas y con sucesivos avisos sobre los planes de Truss, se quedó rezagado en la carrera.
Por su parte Penny Mordaunt y Ben Wallace, que se presentaron a esa sucesión de Johnson quedando eliminados muy pronto, también salen entre los posibles reemplazos ahora de Truss, e incluso el propio Jeremy Hunt, quien en los últimos días parece haber tomado los mandos del país. Entre bambalinas ha llegado a sonar incluso el nombre de Theresa May, que salió de Downing por la puerta de atrás al no ser capaz de cerrar el acuerdo del brexit. «Es competente, es aburrida, calmará las cosas», repiten en las filas conservadoras.