Sergei Lavrov, ministro de Exteriores ruso, dijo que «No vemos ningún sentido ni tenemos ningún deseo de mantener la misma presencia en los países occidentales”.
Por José Piñeiro
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, insinuó que podría producirse una ruptura de relaciones con Occidente. «No vemos ningún sentido ni tenemos ningún deseo de mantener la misma presencia en los países occidentales. La gente trabaja en condiciones que difícilmente pueden llamarse humanas, se enfrentan a problemas constantes, a amenazas constantes», dijo Lavrov.
Esta medida, junto a la amenaza nuclear, es tomada por los expertos como una peligrosa escalada en el conflicto que ya lleva ocho meses, con Rusia sufriendo serios reveses, con un indetenible avance de las tropas ucranianas, que ha provocado que el Kremlin comenzara a sacar civiles de Jersón pues se cree que Kyiv se ha lanzado a la ofensiva para recuperar esta ciudad del sureste de Ucrania.
Moscú asegura que ha estado «evacuando» a la gente de la región limítrofe con la península de Crimea que todavía controla. Sin embargo, Ucrania habla de deportaciones forzosas. Y el Ejército ruso admite que la situación es «tensa».
Un funcionario ruso dijo que «se están realizando esfuerzos organizados para reubicar a los residentes en la otra orilla del río Dnipro. Ya está disponible un ferry para llevar a la gente desde el puerto de Jersón hasta Oleshky y Hola Prostan, donde se ha abierto un punto de alojamiento temporal. Los rescatadores distribuirán la dirección del viaje, que se elegirá en función del deseo de la propia persona. Habrá una oportunidad de alojarse en nuevos territorios, así como de viajar a la Federación Rusa. Para simplificar el proceso, existe una línea telefónica directa para cuestiones de reubicación. Y se sigue trabajando en el desplazamiento de los residentes». Jersón fue una de las primeras grandes ciudades en caer ante los invasores rusos en febrero.
Luego de varios reveses de las fuerzas rusas, el dictador Vladímir Putin decretó la ley marcial en las cuatro regiones ucranianas anexionadas: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
«Antes de incorporarse a la Federación Rusa, la República Popular de Donetsk, la República Popular de Lugansk y las regiones de Jersón y Zaporiyia vivían de facto bajo la ley marcial. Así que ahora sólo hay que formalizarlo según la legislación rusa. Por eso he firmado un decreto que introduce la ley marcial en esas cuatro entidades de la Federación Rusa. Lo enviaré inmediatamente al Consejo (cámara alta del parlamento, el Sevate) para su aprobación», dijo Putin al comienzo de la reunión del Consejo de Seguridad de Rusia.
Mientras algunas partes de Ucrania, como la recientemente liberada Kupiansk, comienzan a recuperarse de la ocupación rusa, otras siguen bajo un ataque casi constante. Se ha informado de que Kyiv y otras ciudades han sido alcanzadas por ataques aéreos en la mañana del miércoles.