Obama se lanza al ruedo de la campaña para salvarle el pellejo a Biden

Obama en campaña

El ex presidente Barack Obama se incorporó este fin de semana a la campaña de los demócratas para las elecciones de medio término, aunque muchos consideran que es muy tarde.

Por Pete Romero

A pocos días de las elecciones de medio término, el ex presidente Barack Obama salió de su encierro y volvió a subirse a los escenarios para apuntalar la campaña de Joe Biden. Obama estuvo el fin de semana pasado en Milwaukee, Wisconsin, y Atlanta, Georgia donde fue aclamado por miles de partidarios.

La gira de Obama no es un derroche de recursos sino que parece cuidadosamente guionada por las necesidades demócratas que preocupan a los estrategas de campaña: se concentra en los estados estratégicos donde se juega la elección que definirá los futuros dos años del presidente Biden. Este martes estará en Nevada, el miércoles se trasladará a Phoenix Arizona y llegará finalmente a Pensilvania junto a Biden el último fin de semana antes del día de las elecciones.

La aparición de Obama le devuelve el entusiasmo a los partidarios del gobierno pero, por supuesto, no garantizan un triunfo. Tampoco el pudo evitar la derrota durante su período de gobierno y perdió las dos elecciones intermedias que le tocó disputar.

En medio de una contienda tan reñida como decisiva, el ex presidente anunció que visitará Las Vegas para hacer campaña por el Gobernador de Nevada Steve Sisolak y la senadora latina Catherine Cortez Masto, dos de las disputas en las que los demócratas que están en ejercicio del gobierno se encuentran más vulnerables de todo el país.

La visita de Obama será hoy 1 de noviembre, apenas una semana antes de las elecciones del 8 de noviembre y durante la votación anticipada que cierra el 4 de noviembre. La economía de Nevada es una de las más golpeadas a causa de la inflación y los efectos de la pandemia.

Nevada tiene un peso fenomenal en las elecciones de este año. Si la banca de Nevada que hoy ocupa la latina Cortez Masto en el Senado pasa a su oponente republicano, el ex Fiscal General Adam Laxalt, la oposición del GOP retomaría el control del Senado.

Obama hará valer su peso electoral en los estados en que la adhesión de su ex vicepresidente registra los índices más bajos y los candidatos demócratas buscan esquivar su presencia. En paralelo al desgaste de un presidente que enfrenta los niveles más altos de inflación de las últimas cuatro décadas, el paso del tiempo y el contraste con Biden han incrementado de manera notable la popularidad entre los demócratas e incluso en sectores independientes.

El ingreso del ex presidente en la campaña demócrata llega en tiempo de definiciones, pero divide aguas puertas adentro del partido. Hay quienes piensan que Obama debió sumarse mucho antes a las recorridas de las principales figuras del gobierno. Ahora, dicen, ya es tarde. De fondo, se filtra una crítica al ex presidente y se ponen de manifiesto las dificultades de los demócratas para encarar una campaña en la que llevan las de perder. Aún así, nadie como él para tratar de energizar a una base de adherentes que ingresa con escepticismo en la recta final hacia el 8 de noviembre.

La aparición de Obama es la más importante aunque no la única. También Bernie Sanders inició un raid de actos a lo largo de todo el país en busca de convencer a los sectores de izquierda que se desilusionaron rápido con Biden. El presidente redujo sus incursiones públicas en los últimos días y parece focalizado en visitar distritos que los demócratas dan por ganados, como Oregón, California y Maryland, donde aparecerá por segunda vez en los próximos días.

Desde el escenario, el ex presidente encendió a los asistentes que lo fueron a ver y lo ovacionaron mientras hablaba. Su mensaje tiene una dirección clara: parte de la defensa de la gestión de Biden ante la pandemia y la guerra y se afirma en la crítica a un Donald Trump que no respeta la democracia, pero se focaliza siempre en la defensa de los candidatos demócratas en el Estado que visita. 

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