El tema de los retrasos ha sido políticamente polémico desde las presidenciales de 2020, cuando el entonces presidente Donald Trump intentó reclamar la victoria a la mañana siguiente mientras todavía se estaban contando los votos.
Por Pete Romero
Días después de que los estadounidenses emitieran sus votos, los resultados finales de las elecciones de mitad de período de 2022 siguen sin estar claros y las autoridades advierten de que el veredicto definitivo de las urnas puede tardar semanas en conocerse.
Los retrasos se deben a una serie de factores, como los estrechos márgenes entre los candidatos y el hecho de que en el estado Georgia -un campo de batalla clave para el Senado- se dirige a una segunda vuelta electoral.
Otro motivo de las demoras está en la forma descentralizada en que se organizan las elecciones en EE.UU., en la que los estados tienen normas diferentes sobre cómo y cuándo se cuentan los votos por correo.
El tema de los retrasos ha sido políticamente polémico desde las presidenciales de 2020, cuando el entonces presidente Donald Trump intentó reclamar la victoria a la mañana siguiente mientras todavía se estaban contando los votos, declarando que el recuento era un «fraude» y una «vergüenza».
Esta semana, Trump ha vuelto a poner en duda la transparencia y confiabilidad del proceso, a través de su red social Truth Social, donde tachó los comicios en varios estados de «desastre para la integridad de los votantes» y acusó a sus oponentes de «intentar robar las elecciones con máquinas malas y retrasos».
Sin embargo, antes de que las urnas abrieran, los funcionarios electorales de todo el país advirtieron que los retrasos son una parte normal y esperada de las elecciones estadounidenses.
En un discurso pronunciado el 2 de noviembre, el presidente Joe Biden instó a los ciudadanos a ser «pacientes» mientras se cuentan las papeletas «de manera legal y ordenada».
Pese a que las cifras definitivas aún no están disponibles, los datos preliminares de la organización US Elections Project sugieren que más de 112,34 millones de estadounidenses -alrededor del 47% de los votantes- participaron en las elecciones de mitad de mandato de este año.
Aunque la participación fue inferior a la registrada en las anteriores elecciones de mitad de mandato de 2018, en algunos estados parece haber alcanzado máximos históricos.
En este proceso 42 millones de personas sufragaron de manera anticipada y por correo antes del pasado martes 8 de noviembre, superando los 39,1 millones que lo hicieron en 2018. Este es uno de los factores que está retrasando los cómputos finales.
Los diferentes estados tienen regulaciones distintas sobre cómo se procesan los votos por correo.
Pensilvania, por ejemplo, es uno de los 8 estados que solo permitieron a los funcionarios electorales comenzar a contabilizar las papeletas el día de las elecciones.
En Maryland, en cambio, la normativa estatal estipula que el procesamiento de las papeletas no puede comenzar hasta las 10:00 hora local de la mañana siguiente a las elecciones.
Por su parte, 16 estados y Washington D.C. no permiten que el recuento comience hasta el cierre de las urnas el día de las elecciones, mientras que otros 23 estados autorizan que el recuento comience antes de que los colegios electorales cierren. Solo 10 estados permiten que contar las papeletas antes del día de los comicios: 8 de noviembre, en este caso.
19 estados también tienen un periodo de gracia que permite contar las papeletas después, siempre que se hayan enviado por correo antes del día de las elecciones.
En California, por ejemplo, los sobres con los votos pueden seguir recibiéndose durante una semana más.
En Arizona, en cambio, deben llegar antes del día de las elecciones, aunque los funcionarios tienen 20 días para contabilizarlos.
Recuentos y segundas vueltas
Los retrasos también pueden deberse a los recuentos, que pueden tener lugar en aquellos sitios donde las diferencias entre los candidatos sean extremadamente estrechos o, en muchos estados, cuando lo solicita uno de los aspirantes.
Sin embargo, el proceso varía ligeramente según el estado, 41 estados y Washington D.C. permiten solicitar recuentos. 22 estados disponen de recuentos automáticos.
En Georgia -donde hay una reñida carrera entre el senador demócrata Raphael Warnock y el republicano Herschel Walker- los candidatos ganadores deben recibir al menos el 50% de los votos.
Con un tercer contendiente en la carrera, ninguno de los 2 candidatos alcanzó el umbral exigido y ello desencadenó la convocatoria de una segunda vuelta, la cual tendrá lugar el 6 de diciembre. Este escenario es una repetición de las elecciones de 2020 en el estado.
«Al final del día, todo el mundo quiere saber que tenemos elecciones honestas y justas, y las tenemos», dijo el 9 de noviembre el secretario de Estado, Brad Raffensperger. «Pido a los votantes que salgan a votar por última vez».
¿Dónde se producen los retrasos?
Mientras que los escrutinios siguen teniendo lugar en todo el país, los retrasos han sido más evidentes en Arizona, donde una gran mayoría de electores optaron por votar por correo.
Antes de las elecciones, las autoridades de ese estado advirtieron que el proceso podría tardar hasta 12 días. Los votantes también tienen 5 días para corregir su firma si así lo solicitan los funcionarios.
«Por mucho que todos queramos ver al ganador en la noche de las elecciones en esas carreras tan reñidas, eso simplemente no va a suceder», dijo en octubre la secretaria de Estado, Katie Hobbs, que también es candidata a gobernadora.
«Estas cosas llevan tiempo«, agregó.
Hasta el miércoles 9 de noviembre, cientos de miles de papeletas seguían sin contarse, incluidas unas 400.000 en el condado de Maricopa y aproximadamente 159.000 en el condado de Pima, donde los funcionarios dijeron que no se espera un resultado final antes del 14 o 15 de noviembre.
Después de que se informara de problemas con las máquinas el día de las elecciones, el condado de Maricopa ha prometido que las papeletas «se contarán de forma segura y precisa».
Aunque los problemas fueron «frustrantes» e «inconvenientes», los funcionarios aseguraron que el recuento final no se vería afectado.
Medios estadounidenses aseguran que para la noche de este viernes se podrían producir los primeros resultados de Maricopa.
La candidata a gobernadora apoyada por Trump, Kari Lake, ha puesto en duda el sistema en repetidas ocasiones. En un discurso de la noche electoral en su sede de campaña, insinuó que la «incompetencia» estaba impidiendo unas «elecciones honestas».
«El sistema que tenemos ahora no funciona», añadió.
El recuento de votos también sigue en Nevada, donde quedan por escrutar decenas de miles de votos en el condado de Clark (Las Vegas). Representantes de ambos partidos políticos han pedido paciencia a los votantes.