Aunque el primer ministro Mateusz Morawiecki hizo un llamamiento a la calma, puso en alerta a sus tropas y fue convocado de inmediato el embajador ruso en el Ministerio de Exteriores para exigir explicaciones.
Por José Piñeiro
Luego que un cohete de «fabricación rusa» impactara en la localidad polaca de Przewodow, junto a la frontera con el país eslavo, causando dos fallecidos, el primer ministro Mateusz Morawiecki convocó con carácter extraordinario una reunión del Comité de Seguridad y Defensa del Consejo de Ministros, el máximo órgano consultivo de seguridad del Estado, tras la cual, aunque hizo un llamamiento a la calma, puso en alerta a sus tropas y fue convocado de inmediato el embajador ruso en el Ministerio de Exteriores para exigir explicaciones.
La emisora polaca de radio ZET había informado de que el cohete impactó en maquinaria agrícola. La policía, la Fiscalía y el Ejército se habían congregado en el lugar de los hechos, reportó la misma fuente. “Los bomberos están en el lugar de los hechos; no es claro lo que ha sucedido”, declaró Lukasz Kucy, miembro del cuerpo local de apagafuegos. Una fuente de la inteligencia estadounidense sostuvo ante un periodista de la agencia AP que los dos proyectiles de los que al principio se habló eran rusos habían cruzado la demarcación fronteriza, un extremo que ni la Casa Blanca ni el Pentágono confirmaron públicamente: “Estamos al tanto…. En este momento no tenemos información para corroborar” que los misiles que impactaron en Polonia eran “rusos”, declaró el portavoz el Pentágono, el general de brigada Patrick Ryder.
Ante tal situación el ministro de Defensa de Letonia, Artis Pabriks, planteó la posibilidad de que la OTAN suministrara “defensas antiaéreas” a Polonia para defender su espacio aéreo y el de Ucrania occidental. “De forma deliberada, o sin quererlo, se trata de una situación inaceptable”, remachó, dando por sentado que Rusia era el origen del ataque. El ministro de Exteriores en Estonia, Urmas Reinsalu, aseguró hallarse en consultas con sus colegas para ofrecer una respuesta “unida y firme”. La UE, por boca del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo respaldar «unida» a Polonia.