El presidente ucraniano indicó que cada día que pasa de invasión se traduce en «nuevas muertes de ucranianos, nuevas amenazas para el mundo y un aumento demencial de las pérdidas mundiales».
Por José Piñeiro
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se mostró convencido durante la cumbre del G20 de que es el momento para poner «fin a la guerra». El mandatario ucraniano hizo un llamado a todos los Estados para condenar unánimemente la invasión rusa y restaurar la paz cuanto antes.
«Estoy convencido de que ahora mismo es necesario y posible detener la destructiva guerra de Rusia», ha asegurado Zelenski. «No permitiremos al Ejército ruso que descanse, reconstruya sus fuerzas y que luego comience una nueva serie de terror y desestabilización global».
En este sentido, el presidente ucraniano, que ha participado en la cumbre mundial de manera telemática, ha recordado que cada día que pasa de invasión se traduce en «nuevas muertes de ucranianos, nuevas amenazas para el mundo y un aumento demencial de las pérdidas mundiales».
Asimismo, Zelenski detalló una «serie de acciones concretas» que podrían adoptarse para ayudar tanto a Ucrania como a otros países que se enfrenten a futuros conflictos. Un acuerdo para garantizar la seguridad nuclear es uno de ellos, ante «el chantaje» nuclear de Putin con el que lleva especulando meses.
Este G20 es, quizás, la cumbre más tensa de los últimos años. La guerra ruso-ucraniana es el tema que va a marcar esta reunión de líderes mundiales.
A pesar de la ausencia de Putin, Rusia está representada por el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov quien no ha abandonado la sala durante la intervención de Zelenski ni del resto de países que han cargado duramente contra la invasión rusa.
«Zelenski ha planteado la posibilidad, una vez que se cumplieran todas las condiciones, de una conferencia internacional para la paz en Ucrania», dijo el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, ante los medios de comunicación. Asimismo, el mandatario ucraniano ha apuntado a la retirada de las tropas rusas del territorio ucraniano y del cese de las hostilidades.
Zelesnki, además, pidió ante los líderes mundiales «la puesta en libertas de todos los prisioneros y deportados» y «la implementación de la Carta de la ONU y la restauración de la integridad territorio de Ucrania y el orden mundial.