El presidente chileno es el que con menos entusiasmo se ha lanzado a «normalizar» a la dictadura revolucionaria en la región.
Por Ángela Betancourt
Nicolás Maduro aprovechó la reunión del grupo de trabajo del Foro de Sao Paulo, que con la presencia de más de 100 dirigentes latinoamericanos comenzó el pasado viernes en Caracas, para pasarle factura a Gabriel Boric.
El presidente chileno mantiene severas críticas contra las constantes vulneraciones de los derechos humanos en el país petrolero.
«Con dolor por Chile, con dolor por el pueblo de Allende, con dolor por más de 2.000 presos políticos jóvenes que están todavía tras las cárceles, tengo que decir que en Venezuela ha surgido un pueblo, un líder y un proyecto que convirtió una Constitución victoria en refundacional para una nueva república. A diferencia de Chile, lamentable, donde hubo pueblo pero no hubo vanguardia ni liderazgo. Y al final el pueblo terminó votando contra un gobierno repudiado y rechazado», clamó el hijo de Chávez ante el entusiasmo de sus invitados.
Boric encabeza el sector más progresista de la llamada Patria Grande, frente al resto que se ha confabulado para la rehabilitación internacional de Maduro. Y el chavismo se lo quiere hacer pagar. Ya hace una semana Diosdado Cabello, número dos de los bolivarianos, invitó a su programa de televisión a tres dirigentes mapuches para que embistieran contra Boric.
Además, el presidente chileno es el que más ha criticado en la región la invasión rusa de Ucrania, frente al propio Maduro, principal aliado del Kremlin, con quien incluso ha llevado a cabo una poderosa operación de desinformación.
«Más temprano que tarde llegaremos al sueño del Libertador Simón Bolívar, a la unión de nuestros pueblos por encima de nuestras diferencias», disertó el «presidente pueblo», quien sí cuenta con el respaldo de los presidentes de Colombia, México y Argentina para formar parte de la nueva hegemonía izquierdista en la región.
En los años que ha durado la travesía en el desierto para el chavismo, el Foro de Sao Paulo (que reúne a partidos y movimientos sociales de la izquierda continental) se ha mantenido siempre a su lado, incluso Maduro ha ejercido de anfitrión en numerosas ocasiones. «El Foro enfrentó el pesimismo general y la arremetida del neoliberalismo como ideología única que pretendía imponerse, supo encabezar la resistencia», puntualizó el mandatario.