La autorización de Estados Unidos para que Chevron ayude a reconstruir la decaída producción petrolera del país era una de las mayores bazas para propiciar las conversaciones entre el gobierno venezolano y su oposición.
Por Ángela Betancourt
Chevron Corp podría obtener la aprobación de Estados Unidos para ampliar sus operaciones en Venezuela, una vez que el gobierno de Nicolás Maduro y su oposición reanuden las conversaciones políticas, dijeron a Reuters tres personas familiarizadas con el asunto.
La autorización de Estados Unidos para que Chevron ayude a reconstruir la decaída producción petrolera del país era una de las mayores bazas para propiciar las conversaciones entre el gobierno venezolano y su oposición.
Funcionarios estadounidenses trataron este año de allanar el regreso a las negociaciones entre Maduro y la oposición, ofreciendo una ligera flexibilización de las sanciones y liberando a algunos venezolanos en cárceles estadounidenses.
La administración del presidente estadounidense, Joe Biden, tiene motivos para conceder una licencia más amplia ante la ralentización del aumento de la producción de esquisto en Estados Unidos, la reducción de las exportaciones de petróleo de Rusia debido a las sanciones y las señales de Arabia Saudí sobre posibles recortes de la producción de la OPEP.
Este año, Estados Unidos ha evitado que los precios del petróleo se disparen liberando más de 200 millones de barriles de sus reservas de emergencia. Pero esas liberaciones terminarán pronto.
La administración de Biden había señalado que cualquier flexibilización de las sanciones a Venezuela, incluida la concesión a Chevron de una amplia licencia para reactivar la producción de petróleo y recuperar los privilegios comerciales en Venezuela, sólo se produciría si las dos partes habían progresado en las conversaciones políticas.
El Tesoro de Estados Unidos podría emitir una nueva licencia el lunes o el martes antes de que expire la licencia actual de Chevron el 1 de diciembre, dijeron las personas. Las empresas conjuntas de la compañía con la petrolera estatal venezolana PDVSA habían producido unos 200.000 barriles por día (bpd) antes de que las sanciones estadounidenses y la falta de financiación redujeran su producción.
Este año, Estados Unidos comenzó a considerar la solicitud de Chevron para ampliar sus operaciones con mayor urgencia, ya que Washington buscaba petróleo para reemplazar los suministros afectados por las sanciones a Rusia, así como por la decisión de la OPEP de recortar la producción.
Un número creciente de empresas están abandonando las empresas conjuntas con la compañía estatal venezolana PDVSA por la creciente deuda y las operaciones congeladas. La reducción de la cartera sitúa a Chevron como el único socio fuerte que podría reactivar la producción, que caerá este año a unos 650.000 bpd, por debajo del objetivo oficial de 2 millones de bpd, según Reuters.
Venezuela posee unos 300.000 millones de barriles de reservas de petróleo, las mayores del mundo, pero no ha podido alcanzar sus objetivos de producción debido a la falta de inversión, el escaso mantenimiento, la falta de suministros y las sanciones de Estados Unidos.