Iceberg

Antonio A. Herrera-Vaillant: El Iceberg

Según el autor, Estados Unidos mantiene las severas sanciones económicas que llevaron al régimen a esta negociación, y no se revocarán hasta que se comprueben pasos comprobables para restablecer la democracia.

Por Antonio A. Herrera-Vaillant

Las negociaciones políticas serias son como icebergs donde apenas se ve una punta en medio de mares de conjeturas. No se conducen en un poliedro. Quienes no participan solo logran especular sobre lo que imaginan, y por lo general sus deducciones poco tienen que ver con la realidad.

Exactamente eso ocurre con las renovadas discusiones en México entre el régimen y la Plataforma Democrática. Los medios  -con tal de llamar la atención- se concentran en lo aparente, con poca idea sobre los puntos clave en discusión, y se agarran de cualquier detalle -por intrascendente que sea- para sonar alarmas y sembrar suposiciones.  La tiranía también alienta sospechas para disimular lo que esté negociando y debilitar a la oposición.

Algunos se indignan porque se hable con representantes de la satrapía -obviando que son aquellos quienes han tenido que hablar con la Plataforma Democrática. Otros suponen a ciegas que se omite algún tema en las discusiones; y aún otros intentan desacreditar a los voceros opositores, pintándolos como vendidos, tránsfugas o imbéciles.

Quienes así se manifiestan exhiben su impotencia política, y su envidia, frivolidad y petulancia al no ser reconocidos internacionalmente, pues siguen atrapados en diatribas suma-cero sin presentar otra alternativa que una milagrosa desaparición de la dictadura.

Las discusiones en México aún no han concluido y de entrada privan a la dictadura de uno de sus principales libretos: Achacar la falta de programas de salud, alimentación y educación, mejorar el sistema eléctrico y atender a familias afectadas por lluvias por los fondos bloqueados.

Ahora la ONU -con mil ojos encima- podrá administrar meros paliativos a algunos de los descomunales retos que enfrenta un Estado venezolano en bancarrota material, mental y moral.

Se ha renovado por apenas otros 6 meses una licencia que ya tenía CHEVRON, con apenas una provisión para que ellos puedan cobrar lo que ya se les debe. Punto. No se ha levantado sanción alguna, y la dictadura no verá ni un medio para sus trapisondas.

Estados Unidos mantiene las severas sanciones económicas que llevaron al régimen a esta negociación, y no se revocarán hasta que se comprueben pasos comprobables para restablecer la democracia. Pueden recrudecer si no se avanza. En todo esto, los únicos tontos son aquellos que creen que los de la Plataforma lo son.

Aún está por ver un resultado final, y mientras tanto toca esperar, observar, y dejar que nuestros dignos voceros hagan su labor con el apoyo del mundo democrático. Lo demás son chismorreos e histerias malsanas.

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